Después de un día agotador, seguro lo que más anhelas es llegar a tu casa y olvidarte del mundo. Quizás, en la calma de la soledad - o bien, en un momento de intimidad con tus cercanos - disfrutar de alguna rica bebida y el merecido relax. Si estas líneas identifican la rutina que sigues tras volver al hogar, déjame decirte que el vino tinto es la mejor elección para completar dicho cuadro.
Tomar una copa diaria de vino por las noches, puede aportar diversos beneficios a tu organismo. Ejemplo de ello, son los siguientes:
1. Reduce nuestros antojos dulces. Si para ti era usual quedar con ganas de disfrutar de un suculento postre tras la cena, o de ricos pasteles en una once mejorada, con una copa de vino tinto estos placeres quedarán atrás. No porque ya no puedas gozarlos, sino porque no te harán falta. Esta bebida disminuye la ansiedad, dándote el relajo que necesitas y dejándote perfecta para ir a la cama. Pruébalo y sonríe al ver cómo la balanza se inclina a tu favor.
2. Contribuye a la quema de grasas. Tal como lo lees: además de minimizar tus compulsiones por comer chocolate y cuántas cosas ricas estén disponibles, el llamado “brebaje de dioses” - como cierre o acompañamiento de una alimentación balanceada - contribuye a acelerar la eliminación de grasas. Una excelente cualidad, que explica por qué es el broche de oro ideal para tu jornada.
De acuerdo con científicos de la Universidad de Harvard, el consumo de 2 copas diarias (ojalá junto a las comidas) reduce el riesgo de padecer obesidad en algún momento de la vida. ¿Qué tal? Como ves, la bebida a base de uvas oscuras - y que contiene sólo 135 calorías por copa - es excelente aliada a la hora de cuidar tu silueta.
3. Cuida tu salud. El vino tinto es rico en flavonoides, lo que se traduce en generosas propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Además, fortalece al sistema inmunológico, haciéndonos menos propensas a cuadros virales, alergias y enfermedades cardiovasculares. Su ingesta regular - moderada, obvio - incluso podría aumentar tu esperanza de vida.
Como ves, sobran razones para invitar a la bebida estrella de la mesa a incorporarse en nuestra rutina. Y tú, ¿ya disfrutas de sus bondades?