Las personas que me conocen poco saben que soy bastante "normal"; no me río demasiado fuerte, me comporto y sé ubicarme en cada situación. En la universidad todos mis profesores me ven como una alumna tranquila y en el ambiente laboral (trabajo en un proyecto en la U y esporádicamente como cajera y animadora) me ven como alguien seria y comprometida en sus labores.
Sin embargo, para l@s amig@s de años, o esos que tienen el gusto (espero que así sea) de conocerme un poquito más, saben que en realidad no puedo estar más alejada de lo que se denomina "ser una persona normal". Como me dicen varios amig@s en tono de broma "estai' loca". Sí, a veces soy cabra chica, y es que pienso que en ocasiones se debe ser así; como dicen varios personajes, es necesario "mantener al niño interior vivo", y estoy segura de que la mía lo está y bastante. Una de las cosas que más me gusta es hacer feliz a la gente que quiero. Amo las sonrisas en las personas (de hecho, es lo primero que le veo a un hombre. Junto con que sea más alto que yo; cosa que cualquier ser humano cumple); por ello, siempre espero ver a mis cercanos con una sonrisa en el rostro. Para mí eso significa que están bien, y soy muy protectora con los míos.
Una de las cosas que más hago para que la gente sonría es hacer muecas. Sí, muecas de todo tipo. Si has visto la película "Diario de una princesa", sabrás a qué me refiero, y si no, aquí tienes una referencia (en el minuto 0:40). Cuando veo a alguien triste aplico esto y el 99% (nada es perfecto) de las veces, logro al menos una sonrisa de lado. ¿Por qué lo hago? Simplemente he decidido que es mejor reír que llorar. Si bien el llanto sirve para desahogarse, creo que hay situaciones en las que en vez de quejarnos, debemos reírnos. Si yo me río de mí misma cuando me pasan cosas ridículas, creo que todos pueden desarrollar esa capacidad.
Las muecas las hago en cualquier momento y lugar: en el metro, en plena clase, en el almuerzo con mis amigos, o en una salida con alguien; de hecho, la gran mayoría de las fotos que me toman tienen muecas mías. En serio, amo cuando la gente ríe. Lo mejor es cuando las personas me responden con otras muecas. Tengo un par de amigos con los que hacemos eso, y siempre termina en carcajadas por parte de ambos. Creo que la risa puede arreglar cualquier cosa, y esa es otra de mis razones para amarla. Así que los invito a atreverse con las muecas. Hagan reír a sus amigos y no dejen de reírse de sí mismos.