Seamos honestas entre nosotras: los senos son una zona súper sensible y la simple elección de un sostén puede marcar la diferencia en cuanto a comodidad. A veces la piel se irrita y molesta bastante: te viene un picor insoportable y lo peor es que no puedes rascarte sin lucir, a lo menos, “extraña”.
Sin embargo, si más allá de un brassiere de telas poco nobles, el picor y el ardor te siguen acompañando, sin duda comenzarás a preocuparte. ¿Qué podría estar causando dicha molestia? A continuación te lo contamos:
1. Irritaciones: aunque suene redundante, es la primera causa a la que debemos poner ojo. Si bien el primer responsable puede ser el sostén, también los desodorantes o cremas que utilizamos pueden contener activos que no nos hacen bien. Para salir de dudas, tomemos nota de todos los nuevos productos que hayamos usado, con qué ingredientes están formulados, etc. Luego, busquemos reemplazarlos por otros más suaves, libres de alcohol o fragancia. Mientras, puedes utilizar un gel de aloe vera para calmar los síntomas. Si las molestias persisten a pesar de ello, consulta a tu médico de confianza.
2. Piel seca: la comezón suele ser indicio de una piel seca o deshidratada. Tan sólo debes observar su aspecto: si se ve enrojecida o se está descamando, llegó la hora de buscar ayuda. Puedes visitar a tu dermatóloga - o a la consultora de una marca de confianza - y pedirle que te recomiende el producto perfecto para hidratar tus senos. Evalúa los resultados. Si el ardor y el picor desaparecen, significará que era eso.
3. Te vendrá el periodo: es usual que días antes de tener tu menstruación, las hormonas enloquecidas jueguen con tu cuerpo. Es entonces cuando puedes sentir tus senos pesados, hinchados e incluso hipersensibles. Calcula el número de anticonceptivos que quedan en la caja o la fecha de tu última regla, así como la regularidad de tus ciclos y ¡quédate en atenta espera!. No olvides ir por toallitas.
4. Embarazo: los primeros síntomas de que una vida está gestándose en tu interior, son muy parecidos a los del síndrome premenstrual. Esto, porque el festival de hormonas en tu cuerpo es más o menos similar. La hinchazón y la picazón en las mamas, se debe a que están expandiéndose y preparándose para la lactancia. Si las notas más grandes, te sientes más desganada, no tomas anticonceptivos y no te ha llegado el periodo, entonces piensa qué tan posible es que estés embarazada.
5. Mastitis: en el caso de que hayas sido mamá recientemente, eres candidata a este molesto y doloroso problema. Consiste en una infección que afecta al pezón. Habitualmente se acompaña de fiebre y agotamiento. Para contrarrestar sus efectos, debes limpiar la areola con una infusión de tomillo y consultar a tu médico, para que prescriba un tratamiento acorde a tus necesidades.
El picor en las mamás es realmente bastante molesto y, como ves, sus causas pueden ser muy variadas. Por lo mismo, es importante que tengas en cuenta que si los síntomas persisten al correr de los días, debes programar una visita a tu ginecólogo. Sé que probablemente te está preocupando el cáncer de mamas; así que recuerda cuán importante es que te hagas el auto-examen en forma periódica y vayas corriendo al consultorio ante cualquier anomalía (especialmente si detectas algo similar a un bultito en la zona). Ten presente que la detección precoz es una gran aliada en el éxito del tratamiento.