Cuando conoces a alguien por Tinder y decides por fin juntarte con él, es muy difícil saber qué te espera. Aún cuando la cosa fluya conversando, puede que en persona todo sea muy distinto. Sólo para que vayas preparada, aquí una lista de posibles escenarios:
1. La cita piola.
Si tienes suerte, de vez en cuando te tocará una cita bastante normal, entretenida, con tema y junto a alguien interesante. Van a salir, tal vez a comer, te hará reír, serás tú misma. Él te preguntará si quieres volver a salir y sin duda dirás que sí. Tal vez la cita termine con un beso o algo más. Si esto pasa, créeme: tienes mucha suerte.
2. La cita sin plata.
Me ha pasado una sola vez; pero más que sin plata fue "con menos de la necesaria". Supongo que el pobre bicho nunca esperó que sus 4 chelas sumaran tanto (no sé, en verdad). Si pueden, ayuden a pagar para no quedarse lavando platos, y borren al pobre cabro de su teléfono. Next.
3. La cita no-cita.
Si me lo preguntan, ésta es la más confusa de todas, porque te arreglas, te perfumas y todo, para encontrarte con alguien que con suerte se cambió la polera. O - peor - llega con amigos. Sonrían, traten de pasarlo bien; tal vez intenten hacer click con alguno de sus invitados. Si no, inventen una excusa y adiós.
4. La cita colgada de la ex.
Si el individuo se mete a Tinder justo después de haber terminado una relación, sigue colgado de la ex. Científicamente comprobado. Más que escucharlo hablar de cuánto la extraña y cuánto la quiere; es poco lo que se puede hacer. Si te cae bien, una amistad es lo máximo que podrá florecer.
5. La cita sin química.
Por Whatsapp pueden hablar horas de horas, se mandan fotos y te encanta. En persona... cero encanto. Nada que hacer. Sonríe, disfruta de la cena (ojalá) gratis y decide qué sigue después (¿Consejo? Next)
6. La cita caliente.
Se juntaron, te miró de arriba a abajo y te dijo que se fueran a su casa. Yo no juzgo, si a ti también te gustó y hay química, nadie te impide decirle que sí. Pero si eres como yo y necesitas a lo menos un café / chela antes, estás en todo tu derecho de exigirlo. Y, obviamente, en todo tu derecho de decirle que no, post café / chela también.
7. La peor de todas las citas.
Si el tipo no te gustó de entrada; le diste una oportunidad pero estuvo al teléfono todo el rato, se emborracha y se jotea a la chica de la mesa de al lado; anda sin plata y más encima asume que te vas a su casa con él... bueno; te sacaste el premiado y no sé qué más decirte, puede pasar.
Es la magia de Tinder: nunca sabes a qué tipo de cita vas, hasta que te toca. Y cuéntanos, ¿qué especímenes te has encontrado?