Mantener una relación es un proceso complejo que depende de muchos cambios personales y de pareja. Es por esto que a veces se torna necesario separar el camino que han forjado juntos. Lamentablemente, muy pocas relaciones son "para siempre" y debemos ser sinceros con nosotros mismos. Por eso, presta atención a los signos que acusan si ha llegado el momento de separarse:
1. Descuidan al otro
Cuando ya no te importa lo que hace tu pareja y tampoco te esfuerzas en que así sea, significa que no hay mucho que salvar. La falta de interés es un síntoma muy evidente de que están alargando su relación sin motivos.
2. Hay incomprensión
Pese a los enormes esfuerzos que realizas por ponerte en el lugar de tu pareja y aún cuando ya le has explicado lo importante que es para ti que él lo haga también, sigue sin entender. Esto significa que llegó la hora de dar un paso al lado y dejar ir. La comprensión es muy importante, porque es el elemento que fortalece y hace crecer el vínculo.
3. Mentiras
No tiene sentido estar con alguien que te miente o a quien le mientes. La verdad es la única base que sirve para construir; si ésta no existe, la relación no tiene futuro.
4. No eres feliz
El único motivo porque debiéramos emparejarnos es para ser felices. Toma un lápiz y enumera cuántos momentos tristes y alegres ha pasado tu relación. Fíjate en qué sensación predomina. Si los recuerdos angustiosos son más que los asombrosos, ¿vale la pena seguir unidos?.
5. Agresiones
Una de las señales más graves de que la relación va por pésimo camino. La violencia verbal, física y psicológica, son verdaderos venenos para el amor. Si eres víctima o consideras que se te "ha pasado la mano", mejor termina con tu pareja. Es momento de crecer y ser feliz, no de vivir en un calvario lleno de violencia y prohibiciones.
6. Pérdida de autonomía
Lamentablemente, cuesta mantener la simetría en una relación. A veces uno luce más enamorado que el otro o pareciera que uno hace más esfuerzos. Sin embargo, cuando ambos están insertos en roles viciosos - en donde uno manipula y el otro disfruta ser manipulado -, es porque perdieron su autonomía y la relación se ha vuelto tóxica.
7. Celos enfermizos
En la misma línea que las agresiones, los celos son otro de los grandes venenos para el amor. No es normal ni bueno ser celoso... ¡ni un poco!. Estas emociones sólo traen sufrimiento a quien los siente y también a quienes son víctimas de ellos. Cuando rayan en la obsesión, no hay mucho que hacer: es mejor separarse para que el celoso crezca y aprenda, dejando al otro ser libre también.
8. Se acabó el amor
El punto más triste de todos: se acabó el amor. Si sientes que "ya nada es igual" y quien fue tu amorcito ya no te mueve el piso, mejor deja de mentirte y termina. Desde el otro lado, si presientes que ya no te aman (uno se da cuenta, quiera o no admitirlo), corta por lo sano. La vida no está para sufrirla, sino que para ser feliz... ¡no lo olvides!
Y tú, ¿estás experimentando alguno de estos síntomas?