¿A quién no le ha pasado? Le escribes al chico que te gusta, ese que es algo feo que para una es el mismísimo príncipe azul en persona. Amaneciste romántica y decidiste dedicarle unos buenos días bien empalagoso, con muchos corazones y besos. Y ahí está, enviado. Primero un ticket, y luego dos. Está bien, mensaje recibido. Ahora sólo falta que lo lea, y esperas ansiosa una respuesta igual de romántica que tu mensaje.
Luego se te apreta el estómago: doble ticket azul. Ya no hay dudas, el galán ha leído tus buenos días. Pero pasan 5, 10 y hasta 20 minutos… y nada. No hay respuesta. ¿Qué pasó? Pues, querida amiga, te acaban de dejar un tremendo “visto” en WhatsApp.
Y como toda persona sensible y que posee un corazón que late, ¡lo encuentro terrible! Yo, sinceramente, no lo soporto. En algunas ocasiones me enojo y empiezo a “borrar” y “bloquear”. Lanzo maldiciones varias y planeo una severa venganza que, la mayoría de las veces, significa dejarles “en visto” también. Pero, en otras ocasiones, me da pena... ¡mucha pena! Porque los “vistos” tienden a repetirse (una es tan perseverante), y no queda más remedio que aceptar la cruel realidad: ese chico no está interesado.
Ay, qué dolor. Me ha pasado muchas veces, pero me sigue molestando como si fuera la primera vez. Lo más terrible de todo es que hace algunos años podía inventar mil excusas en mi cabeza sobre aquel e-mail que nunca obtuvo respuesta, pero hoy en día te ignoran de frentón y es imposible hacerse la desentendida: ahí está el doble ticket azul, ahí te dejaron "en visto".
Y tú, ¿lo encuentras tan terrible como yo?