Es hermoso estar con la persona que amas: cuando pasamos tiempo juntos y nos besamos, todo lo que hay alrededor desaparece. El amor es mágico y es decisión de cada pareja cómo va a llevar su romance en este caso, si es que quieren tener sexo enseguida o prefieren esperar un tiempo. A veces es por algún ideal religioso, otras veces por miedo, malas experiencias, y otras por distancia; pero el amor no depende de esto. Una relación sana puede crecer y fortalecerse a pesar de las circunstancias, todo depende de las personas.
Unos amigos me dijeron una vez que si 2 vasos de cristal se unían, si en algún momento querían separarse, uno de los dos se rompería o llevaría un trozo del otro. Así es con las relaciones, por eso, más vale estar seguro antes de tener sexo. Por esta razón, con mi pareja decidimos no intimar enseguida, sino esperar un tiempo hasta estar en algo más concreto y sólido. Observando la relación, nunca hemos querido echarlo todo por la borda, al contrario: aumentó nuestro cariño y el querer pasar tiempo juntos. Además, nos hemos enfocado en otras áreas, como la comunicación y la confianza, que -para mí- son ámbitos mucho más importantes.
Si deciden (ambos) no tener relaciones sexuales por un tiempo, no se preocupen: el vínculo no se va a quebrar por eso. Cuando el deseo aumente, conversen y lleguen juntos a un acuerdo, ya que la falta de comunicación es lo que sí puede dañarlos.
Para terminar, quiero dejar claro que la abstinencia en sí no es dañina y el deseo tampoco; depende de las personas y las circunstancias. Eso sí, deben apoyarse y estar de acuerdo con lo que harán.
Y tú, ¿qué piensas? ¿La abstinencia ha perjudicado alguna de tus relaciones?