Llevaba un tiempo soltera y bueno, todas sabemos que se puede estar soltera y no necesariamente "sola". Comencé a conocer gente nueva y fueron surgiendo las primeras citas, en donde todo puede suceder, ya que entras a un terreno completamente desconocido. Éstas son algunas de ellas:
1. Una cita desastrosa
He vivido mil veces esos momentos de emoción y llenos de expectativas, donde recibes el mensaje o llamado para salir por primera vez. Sin embargo, luego de esta primera cita, lamentablemente nada es como imaginaba. Porque a veces las primeras impresiones engañan y, conociendo al personaje más a fondo, te das cuenta que es nada de lo que andabas buscando. Sea porque habla de su mamá más que de su trabajo, su foto de su perfil no encaja con la realidad, mira más el celular que a ti, te comenta de su arrastre con otras mujeres, te cuenta una infidelidad pasada como un logro, entre otras miles de cosas que hacen de éste un momento horroroso.
2. No querer verlo más
Si todo ha sido un desastre, obviamente me distancio. Pero ¿y si insistentemente te busca y no entiende la indirecta?. Bueno, yo no soy tan amable como para volver a salir con él; si no es lo que busco, pues adiós. Formas de decirlo sin herir a nadie son estar siempre "ocupada", no leer sus mensajes y no contestar sus llamadas para expresar el desinterés. Si aún así no comprende la indirecta, pues dile de frente que NO y desaparece como un ninja, sin dejar rastro.
3. Ganas de verlo otra vez
Por suerte, también me ha sucedido que la velada haya sido un éxito y lo único que desee sea verlo otra vez; sin embargo, él no se pronuncia luego de un par de días. Surge la duda ¿lo invito a salir de nuevo o espero que me llame?. Si la ansiedad es mucha, me he arriesgado con un mensaje de prueba, ya que así como yo he rechazado gente, comprendo el desinterés dignamente y con el dolor de mi alma opto por "seguir participando".
4. Dilemas de una relación "relax"
Felizmente, he logrado concretar algo entretenido y pasarlo bien. Varias y estupendas salidas sin compromiso dan cuenta de eso. Al menos, hasta que reaparecen las dudas. Comienzo a pensar cosas como: ¿estará saliendo con alguien más? ¿estoy siendo "la mina pa'l rato"? ¿por qué hoy no me escribió nada? ¿por qué si se conectó no me ha escrito? y de a poco se apaga la diversión. Con los años pienso: ¿vale la pena?. Me he dado cuenta de que no me interesa tener relaciones sin compromiso; con esas situaciones mi cabeza no para de boicotear el placer y termina siendo todo un problema. Por eso, lo invito a hacer cosas que impliquen más que juntarse por una noche, como ir un día a comer algo, una salida al cine o una junta con amigos. Si no tengo buena recepción, pues vuelvo a intentarlo con alguien nuevo, dejando esta experiencia atrás.
5. Intentarlo nuevamente
De todas formas no bajo la guardia: no hay mal que dure cien años. Así que si ya no es divertido, simplemente lo dejo ir y me retiro. Sigo con mi vida tranquilamente, hasta que llegue el día de comenzar una relación como yo realmente quiera. Hasta ese entonces, tendré que seguir viviendo estas situaciones, que sólo te pasan cuando conoces a alguien nuevo.
Y ustedes, ¿qué cosas han experimentado en sus nuevas citas?