¿Recuerdan cuando éramos pequeñas y siempre dos amigos se peleaban por nosotras? ¿O cuando estábamos en la U y tenían una fila de bombones detrás de ustedes? Jaja, eso sin duda pasó alguna vez y estábamos vueltas locas al no saber por quién decidirnos.
Pero ya cuando han pasado los años y estamos más maduras, una situación así complica a cualquiera. Y claro, porque se supone que estamos en otra parada de la vida, tenemos nuestras metas y proyectos más claros, ya sea en el ámbito familiar, laboral o incluso amoroso.
Me junté el otro día en un pub con una amiga y me decía que le gustaban todos los tipos que pasaban por nuestro lado ¡Ya, qué onda!. Reconozco que yo también pasé por una etapa así, pero la vida misma te hace cambiar el chip, ver las cosas de otra forma e incluso pasas por periodos en que no te gusta nadie. Fue ahí donde me cuestioné qué hacer en su caso. A uno le da risa en principio y te burlas de tu partner, pero después te das cuenta que no es tan simple la situación por la que atraviesa.Todo lo contrario, ¡es ultra compleja!.
Antes era más fácil y nadie te criticaba; daba lo mismo andar con uno y con otro, total ¡eras muy joven y estabas en plena época de locuras! Pero ahora, si te vieran desfilar cada semana con un hombre distinto, ya me imagino el medio show.
¿Qué se puede hacer en este caso? Al menos yo fui muy sincera con mi amiga: le dije que el mejor consejo era volver a vivir ese periodo, porque claramente había algo pendiente ahí. Pero que tratara de que fuera corto, jaja. Y luego, ya cuando se calmara, decidiera bien con quién quería estar realmente.
Si en el fondo, tampoco podía decirle que no lo hiciera, porque cuando a uno más le prohíben las cosas, más las hace.
Además, ya pasando por todo eso te das cuenta de cómo es cada galán. Al final sabes perfectamente qué tipo de hombre quieres en tu vida, al cual debes dejar ir y con quién te quieres quedar.