Tips para comprar ropa usada

No hay mayor placer que ir a comprar ropa en tiendas americanas o vintage. Las cosas que uno puede encontrar son únicas y a muy cómodos precios. Pero es todo un desafío estar en ese lugares y lograr encontrar prendas. Para ir a una tienda de ropa usada hay que tener tiempo, buen ojo y poner mucha atención. La ropa no está en múltiples tallas ni colores, por lo tanto, lo que encuentres, lo más probable es que sean prendas únicas en su tipo. ¡No la puedes soltar! ¿Cómo hacer una compra eficaz e inteligente? Lee los siguientes tips.

Ropa cómoda: Primero tú debes ir vestida cómoda. Quizás los probadores son incómodos o hay mucha gente; si vas con ropa ajustada al cuerpo o media sport, es mucho más fácil probarse cosas encima teniendo una buena idea de cómo te quedará.

Tiempo: El tiempo es fundamental, porque estas tiendas son desordenadas y debes recorres todos los rincones para asegurarte que no te has saltado algo. Incluso, a veces tienen montones de ropa en cajas o amontonadas las mejores ofertas de la tienda. Si eres busquilla, seguramente terminarás metida ahí.

Ojo con lo que agarres: Cuando al fin encuentras una prenda, fíjate bien que no tenga ninguna pifia, no podrás cambiarlo por una igual. Lamentablemente, a veces les faltan botones o tienen algún hoyo escondido. ¡Y qué decir de las manchas de desodorante! La idea es comprar barato, pero no cualquier cosa.

¡Olvídate de las tallas!: En cualquier tienda de ropa usada nunca encontrarás tu talla, porque es la prenda que hay no más. Pero atrévete a comprar una talla más grande y tener un look más holgado con esa ropa. Quizás una blusa grande la puedas transformar en un vestido, o la polera de un hombre puede lucir muy entretenida y casual con calzas negras. Lo mismo se aplica con las tallas pequeñas, pueden ser un buen crop top o una excelente prenda para poder usar dentro del pantalón de tiro alto.

Con estos tips podrás realizar una compra mucho más inteligente la próxima vez que vayas a una de estas tiendas. De todas maneras, una regla básica para nosotras, las amantes de las compras, es siempre preguntarnos si realmente usaremos la prenda que vamos a comprar. Lo rico de adquirir ropa nueva es usarla, no acumularla al fondo del clóset. Una compradora inteligente no botará dinero por cosas que al final no necesitaba.

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