Ese envoltorio tan particular lleno de burbujas de plástico, ¿todas lo conocemos, no? Desde hace algunos años que varios objetos vienen cubiertos con él, para evitar daños en el transporte y manejo de las cajas.
Sinceramente, de su poder protector no sé nada, pero admito que me encanta reventar sus burbujas y sé que no soy la única. Grandes y chicos (hasta nuestras mascotas) encuentran esta plancha de plástico sumamente atractiva. Explotarla con los dedos es algo que casi nadie resiste.
Puedes realizar esta acción automáticamente mientras filosofas sobre la vida, charlas con un amigo o simplemente dejas la mente en blanco. Provoca una sensación tan placentera que puede servir de terapia anti-estrés e incluso convertirse en un vicio.
Hasta tiene un día conmemorativo: el último lunes de junio de cada año se celebra el “Día de Apreciación de las Burbujas de Plástico”. Súper loco si te lo pones a pensar, pero tampoco es para menos, ya que son los propios inventores del envoltorio de burbujas quienes lanzaron un concurso donde los participantes deben encontrar la forma más original de usar este embalaje.
Lo más simpático es que sus creadores primero lo concibieron como un papel tapiz, juntando cortinas para baño. ¿Se imaginan la ansiedad que les produciría esto, chicas? Tener todas esas burbujas esperando a que las explotes por toda su casa. Bueno, a quién quiero engañar, ¡sería un sueño hecho realidad!.
Si son de esas que cuando una amiga les muestra orgullosa su última adquisición, están más pendientes de las burbujas de plástico que del objeto que les esté mostrando, ¡felicidades! Ya tienen un motivo para festejar en junio.
Así que ya saben. Estén ansiosas o muy tranquilas, con amigos, solas o en familia; estas pequeñas maravillas serán siempre la mejor compañía.