En la reciente cumbre del humor, la humorista Natalia Valdebenito, afrontó en pleno Movistar Arena a quienes emitían pifias y epítetos hacia sus teloneras. Su actuar ha detonado una tormenta de comentarios, por eso nos preguntamos ¿y si enfrentamos a quienes nos humillan?.
"¿Qué h...les pasa? Yo ya escuché a unos ordinarios pifiando acá. Esos no están invitados. Esa gente conmigo no. Qué feo, qué feo. Sabemos que en nuestro país la educación es como el...Pero tú amigo, no", esas fueran las declaraciones que hicieron arder la controversia, pero... ¿Por qué es noticia? ¿Es tan anormal hacer frente a quienes se paran hostilmente ante nosotras?
Si, lo es. Y es nuevamente una mujer a la que denominan “feminista” la que se atreve a hacerlo con actitud valiente, rupturista y ejemplificadora. Actos como estos son los que dan voz a aquellas que muchas veces guardan detrás de unos dientes apretados todo lo que realmente quieren decir. No se trata de alegar al menor impulso, si no de demostrar que no estás de acuerdo con que tus derechos sean vulnerados: el asiento en la micro, un mal sueldo, ese reto inmerecido, una agresión verbal, una expresión despectiva hacia los tuyos, que te cobren de mas, etc. Esos dolores sin rostro que marcan tu día deben terminar.
¿Qué esperamos que ocurra para valer nuestros derechos? Y no te equivoques, no es defenderse, no es ofender, no es insultar o provocar escándalo, es exigir, y darnos el lugar que nos corresponde. Natalia también dijo: "Espero que en el futuro la gente aprenda a respetar un poco más lo que pasa en el escenario. Éste es mi lugar en el mundo y yo agradezco que ustedes vengan a ver este espectáculo”. Si realmente estás en el lugar en que quieres y mereces, no dejes que las actitudes arrogantes de los demás te quiten esa dicha.
Reconoce en ti misma un ser digno de ser respectado y marca un precedente que de valor a lo que cada una de nosotras es.
¿Frente a qué te pararas hoy? ¡Vamos, se puede!