La autora Joan Brady, nos cuenta la historia de Christine, quien por un desencanto amoroso se aleja de Nueva Jersey por 7 años. Con más de 30 y sin ninguna relación seria, vuelve a "Ciudad Jardín", creyendo haber superado su rompimiento y encontrar paz. Para su mala suerte, se encontró con su antiguo novio (responsable de su último desdén) y se da cuenta de que está casado. Cae en crisis nuevamente, sintiéndose incapaz de conquistar a alguien, con un autoestima en decadencia y pensando que no tuvo sentido alejarse tanto tiempo.
Y así empieza la historia del renacimiento de Christine, cuando en medio de su tristeza, se encuentra con Dios a la salida de un bar. Él viene a ayudarle a superar la situación en la que se encuentra, ofreciéndole 6 mandamientos para la vida y para recibir a un nuevo amor. Pero ¡ojo!, que antes de eso debe aprender a disfrutar, a despojarse de todas las costumbres adquiridas hasta ese momento; del bagaje emocional que daba peso a su viaje, pero no tenía ninguna valía.
Amé este libro por muchas razones, entre las cuales puedo mencionar que la imagen que ofrecen de Dios, es en quien creo. Ese Dios que entiende cada situación por la que pasamos. El libro nos ofrece la oportunidad de entender que hay muchas maneras de honrar a Dios que no son precisamente realizar largas oraciones o asistir a templos, sino cuidarnos y dar valor a nuestras vidas, ya que somos uno con Él y cada acto de amor que tengamos hacia nosotros mismos también lo recibe.
Otra de las razones poderosas por la que recomiendo este libro, es porque la historia de Christine es semejante a la de muchas mujeres, no solamente solteras, sino también casadas y que aún se sienten solas o que se desviven por un cuerpo perfecto, un closet lleno y al no tenerlo se sienten desdichadas. También es la voz de quienes piensan que se les va a pasar el tren y cualquier otra que por una u otra causa deban elevar su autoestima, dedicando tiempo al crecimiento espiritual.
Este libro nos ofrece la oportunidad de un empezar de nuevo, una oportunidad de hacer las cosas diferentes, sea cual sea nuestra historia. Es un relato maravilloso que nos deja un aprendizaje, enseñándonos entre sus mandamientos a vivir cada momento de nuestras vidas, pues todos son preciosos y no debemos malgastarlos. Debemos disfrutar de esas pequeñas cosas increíbles, como son un día de sol, un café, un momento mirando el mar, entre millones de oportunidades para recargar energías y alimentar el alma.
Este libro es uno de mis favoritos, porque siento que la autora escribe en lenguaje fluido y sencillo, cuestión que facilita la comprensión del lector. Es una obra de Ediciones B y puedes conseguirlo en tu librería favorita. Por estas razones - y otras que descubrirás a lo largo de la lectura -, no la debes dejar de leer y recomendar.