¿Tienes un perro? Si lo tienes, conocerás la sensación de lo que te voy a contar. Si no, es hora de que vayas pensando en tener uno...
Cuando llego tarde del trabajo y estoy cansada, ahí está él, siempre con energía para recibirme. No importa si tuve un día difícil y estoy vestida con mis mejores ropas, yo dejo que se me tire encima apenas abro la puerta del auto. Apoya su cabeza en mi pecho y mueve su cola, lo que indica que está feliz de verme.
A veces estoy leyendo en mi cama con la ventana abierta y aparece con sus dos patitas apoyadas en el marco. Me mira exigiéndome que lo tome en cuenta y sí, una vez más está moviendo su cola. No importa si tuve un mal día, si estoy mal genio y no quiero más: es increíble que un acto tan simple para un perro, como es mover la cola, sea algo tan grande e importante para mí.
Porque puedes estar harta de medio mundo o medio mundo puede estar harto de ti, pero tu perro siempre estará feliz y moviéndote la cola en cuanto te ve. De esa manera, sabes que hay alguien en el mundo que te adora sin ponerte condiciones.
Creo que la mascota ideal es el perro. Y cada vez que mi perro me mueve la cola me convenzo más de eso.
Colaboración enviada por Claudia Pino Cominetti