Christine Gohl, más conocida en nuestro país como Sarah Lark, es la autora de tremendas novelas orientadas principalmente a mujeres. “El rumor de la caracola”, es el segundo libro de la "Trilogía de fuego", llevado a nuestras manos por Ediciones B. Conversamos con su autora acerca de sus fascinantes historias y algunas otras cosas.
Christine, primero que todo, darte las gracias por tu tiempo y por compartir un poco de ti con nosotras. Es sabido para tus seguidores que eres fan de historias fantásticas al estilo de Stephen King. Nueva Zelanda es conocida por leyendas místicas. ¿Podríamos ver algo de eso en las futuras novelas?
-Algunas de las leyendas maoríes han formado parte de mis historias siempre, pero nunca seré autora de novelas fantásticas o de terror, como King o Wilson. Creo que es por eso que me gustan sus historias. Yo nunca podría escribir algo de ese tipo.
Chile también es un país joven, con historias, conquistas y muchas calamidades. Nos encantaría leer algo nuestro en uno de tus libros, ¿cómo toma nueva Zelanda ser el eje territorial de estas narraciones?
-A mi también me gustaría escribir sobre otros países, especialmente Chile. Pero mi editorial en Alemania sólo quiere historias de Nueva Zelanda y ellos me pagan muy bien. Así que seguiremos allí hasta que cambien de opinión. La documentación en el tema maorí no es muy difícil, si sabes dónde tienes que buscar en Internet. Los Maorís tienen mucho miedo de que sus hijos pierdan su cultura, por eso han construido páginas web donde puedes encontrar todo tipo de información sobre sus leyendas, música… la esencia de su cultura. La historia de Nueva Zelanda está muy bien documentada, lo que hace mi trabajo más fácil.
Sarah Lark, Ricarda Jordan, Elisabeth Rotenberg, Leonie Bell, Stephanie Tano... escribir con seudónimos debe ser entretenido, al menos para el lector. ¿Ha traído alguna anécdota o mala experiencia esta práctica? ¿La recomendarías para otros autores?
Uso pseudónimos porque la editorial así lo quiere. Yo habría usado el de Sarah Lark porque mi nombre real está muy relacionado al mundo de los caballos en Alemania, y nadie podía creer que también soy capaz de escribir novelas históricas. Pero la verdad es que no hubiera creado ninguno más. No obstante, es una costumbre alemana: si escribes novelas de diferentes géneros, necesitas un pseudónimo para cada uno. Yo no lo recomiendo, porque cada nombre es una “marca” y es difícil hacerlos conocidos a todos.
Tuve una experiencia divertida en un hotel en Alemania en referencia a mi pseudónimo. Al llegar a recepción les di mi nombre real, pero no podían encontrar mi reserva, así que les dije que era Sarah Lark y resultó que la reserva estaba hecha a nombre de “Lark” simplemente. La recepcionista me preguntó si ambos íbamos a compartir la habitación. Sí, le dije, no podría arreglármelas de otra manera.
Sabemos que eres una mujer con mucha imaginación; lo vemos en las variantes y el carácter de tus personajes. ¿Existe alguno en el que hayas proyectado más de ti misma?
Cada personaje que se crea tiene algo en común con el escritor. Incluso los “malos” son mis “niños”. Pero los que más tienen en común conmigo son Nora, de la saga del Caribe, y Lily, del “Grito de la Tierra”. Ambas son soñadoras como yo y Nora también nació en el país equivocado. Le encanta el sol y el mar y nunca se encontró bien en el Norte de Europa, así que estaba encantada al irse a Jamaica. Yo prefiero vivir en España.
Tomando un poco el tema de la saga de fuego, Ida, –joven, inteligente, suficiente- se sometió a la familia, a lo que es correcto, pero no a lo que se quería en verdad.¿Compartes en algún aspecto ese modo de vida? ¿Sentiste que tu forma de vida –viajes, caballos, presentaciones, etc- era algo que el entorno no apoyaba?
Yo tengo exactamente la vida que me gusta. Con mis caballos, perros y gatos - y con el refugio para caballos que necesitan hogar - he hecho todos mis sueños realidad.
Karl y Ottfried -ambos personajes de la primera parte de la saga- son súper distintos: uno es emprendedor, esforzado y el otro un tanto más “tranquilo” de espíritu. ¿Qué tipo de personaje crees que es más atractivo?
Yo prefiero a Karl. A mi me gustan los hombres inteligentes. Creo por eso estoy soltera: todos los buenos tienen esposa.
Algo que -a modo personal- me gustó mucho es el aspecto generacional de las historias, cómo van pasando los años y se aprecia el concepto de familia, aunque las cosas no salgan como las planeamos. ¿Crees que ese es un valor agregado en tus historias?
Sí, claro. Mis lectores quieren leer sagas familiares, y a mí también me gusta saber qué pasa con los hijos de los protagonistas.
¿Te ha traído satisfacciones esta saga?
Sí, me gusta mucho escribir y disfruto con cada libro que escribo.
¿Cómo es ser Sarah Lark? ¿Has sido feliz como escritora? ¿Hay algo que aún deseas experimentar?
Siempre quise ser escritora, es la profesión de mis sueños. Pero no me siento diferente, sigo siendo Christina. A mi me gustaría mucho escribir una novela negra cómica, donde todo ocurre aquí en Mojácar. Hay mucha gente rara en la zona, especialmente alemanes y británicos. Pero mi editorial prefiere Nueva Zelanda, así que ahí seguimos. Pero ahora no escribo sólo novelas históricas, las últimas ocurren en la actualidad.
Para terminar, ¿cómo deberían recibir las lectoras chilenas esta saga?
¡Espero que a ellas les encanten mis nuevas historias!
Y claro que lo estamos. La "Trilogía de Fuego", desde su primer volumen - “La estación de las flores en llamas” - ha robado corazones y dejado enganchadas a cada una de sus lectoras, las que ya están atentas y esperanzadas en que aparezca su tercera parte.
¿Ya la leíste? Pasa a ver la reseña y seguro no la olvidarás.