Existe un momento en nuestra vida que, cuando lo imaginamos a nivel teórico, siempre nos asusta. La pérdida de la madre produce esa desagradable sensación de desmparo que causa el adiós. En ese momento, surge un proceso de duelo que es necesario para sanar las heridas del alma través de la canalización de sentimientos, la aceptación de lo ocurrido y el carpe diem como mejor filosofía de vida.
Si estás pasando por una situación de este tipo, me gustaría darte estos 5 consejos prácticos que aportarán un poco de alivio a tu corazón:
1. Es muy importante que, en la medida de lo posible, continúes con aquellos hábitos que te hacían feliz antes de su fallecimiento. Es normal que ahora mismo tu estado de ánimo sea diferente, sin embargo, si das una normalidad a tu presente, experimentarás una mayor fortaleza para seguir adelante con tus objetivos y propósitos personales.
2. Puede que te quedasen muchas cosas que decirle a tu madre, sentimientos que te hubiese gustado exteriorizar cuando ella estaba contigo. Te animo a escribir una carta en la que anotes todo aquello que para ti sea importante; vacía tus ideas sobre el papel. Cuando hayas terminado la carta, sentirás como si hubieses mantenido una conversación de intimidad con esa persona que tanto quieres y cuyo recuerdo sigue en ti.
3. Cuando vivimos una tristeza profunda corremos el riesgo de olvidarnos incluso de nosotras mismas. La tristeza del duelo puede producir falta de apetito. Sin embargo, es muy saludable que cuides aspectos básicos de tu vida: una dieta saludable, ejercicio físico, tiempos de amistad y un descanso reparador son algunos pilares de tu vida que te ayudarán a sentir mejor.
4. Llora si lo necesitas. Y no tengas pudor de llorar frente a un amigo o una persona que te quiere. El consuelo de sentirte acompañada en tu tristeza resulta terapéutico ya que como afirma Tomás de Aquino el peso de la pena se sobrelleva mejor gracias a la terapia de la amistad que es un antídoto contra la soledad.
5. Vive el día a día, porque el paso del tiempo es un factor elemental para que las heridas vayan cicatrizando poco a poco. Algunos centros de coaching y psicología organizan Talleres sobre Superación del Duelo destinados a ofrecer apoyo emocional a personas que están pasando por este trance. En este entorno se potencia la empatía de compartir la tristeza con otras personas que están pasando por una situación semejante.
El amor incondicional de una madre que sigue presente en forma de recuerdo incluso más allá de su fallecimiento. Es una medicina del alma, en forma de fuerza y autoestima.