La amistad es parte del desarrollo personal y encontrar una buena partner es como ganar un juego de azar. Sin embargo, a veces pelamos con esa confidente del alma (no necesariamente por algo que valga la pena) y dejamos pasar el tiempo, esperando a que ella ceda. Esto, a causa de nuestro orgullo o simplemente porque estamos aburridas de dar siempre el primer paso.
Si alguna vez pensaste en recuperar una amistad congelada, considera estos factores:
Cuánto tiempo ha pasado.
Por muy optimista que seas, debes admitir que el reloj cambia las cosas. No es lo mismo separarse de una amiga por un par de meses, que dejar pasar años antes de intentar contactarla. Si sientes que aún estás a tiempo, debes dejar el orgullo a un lado y dar ese paso que marcará la diferencia. Si sigues esperando que la otra persona lo haga, llegarás a ese temido punto de "no retorno".
Tantea el terreno y envíale un mensaje por redes sociales preguntando cómo esta. Si recibes una respuesta, busca reunirte con ella para explicarle lo que sientes en persona.
El tiempo ¿lo cura todo?
Aunque extrañes a esa amiga del alma, necesitas recordar cuál fue el motivo por el que se alejaron. No es lo mismo pelear por algún consejo que ella no quiso oír o por una diferencia de opinión que porque ella se metió con tu ex, traicionó tu confianza o te causó algún tipo de daño a sabiendas, sin preocuparse por ti.
Está bien que eches de menos a una partner, pero siempre es necesario evaluar si ese alejamiento fue para mal o te ayudó a dar un paso al costado de una relación que no valía. Podemos querer mucho a una amiga, pero ello no significa que debamos perdonarle cosas que nos han dañado.
Qué tan importante es (fue) para ti
En la vida tenemos distintos tipos de amistades, como esas que son solamente de carrete, las que conociste en la pega - pero no pasó más allá de una simpatía mutua - o esas que se ganaron nuestra plena confianza, a las cuales queremos como parte de nuestra familia.
Si tu amiga era de esas a las que le contarías cualquier cosa, porque sabes que no te traicionaría, entonces realmente valdrá la pena intentar rescatar ese vínculo. Pero si se trata de alguien con quien sólo te llevabas bien, entonces no deberías esforzarte en recuperar algo que no fue relevante.
Orgullo versus aprendizaje
Siempre se habla de que el orgullo es malo y que debe ser dejado a un lado. Sin embargo, hay ocasiones en que el aprendizaje nos aleja de las personas. Está bien querer a tus amigos y luchar por ellos, pero no puedes ser siempre tú la que se la juegue e intente cuidarlos, mientras que a la inversa no hay un real interés en valorarte.
Cuando estás en una buena amistad, sientes que el cariño es recíproco y que lo que haces por tu partner ella lo haría por ti. Si no es así y estás remando sola, ¿para qué quieres a alguien en tu vida que no es capaz de jugársela por ti?
Encontrar una buena amiga es casi misión imposible. Por eso, si te alejaste de una confidente que realmente vale la pena, ¡no deje que el tiempo destruya el vínculo!