¡Mi Facebook parece que va a explotar! Marzo: fotos de los hijos de mis amigas entrando al jardín. Abril: los retoños de mis amigas buscando huevitos de pascua. Diciembre: ahora los niños de mis amigas están con Santa Claus. El resto del año, mis otras amigas que no tienen hijos, suben sus fotos embarazadas… a ver…. ¡Stop!
Como dice Mafalda: “paren el mundo que me quiero bajar”, o al menos dejar de ver fotos y videos de guaguas en redes sociales.
Tengo más de 30, no soy madre, no me he casado, pero en estos últimos dos años he ido a más matrimonios y baby showers que en toda mi vida. No es que sienta que se me está yendo el tren, pero básicamente la presión social por no tener un hijo o no estar casada (o al menos con pareja) es insoportable.
“Tan bonita y sin marido”, ¿y usted cuándo va a tener una guagüita?”, “¡quiero un nieto!”, “Tengo un amigo que es perfecto para ti” son algunas de las frases que las solteras sin hijos mayores de 30 años debemos soportar a diario.
Me siento feliz por mis amigas que tienen hijos, los adoro a todos como si fueran mis sobrinos, pero quiero ser yo quien elija cuándo tener los propios o al menos, pensar si es que los quiero realmente. Cada vez escucho más y más mujeres que han decidido no tener hijos, por una u otra razón y creo que está bien. Yo lo he pensado seriamente también. Y al menos ya no me siento tan desencajada en la sociedad.
Mientras tanto seguiré dándole likes a las fotos de mis amigas, asistiendo a todos los cumpleaños y felicitándolas por sus embarazos. ¿Quién sabe? Puede que me termine animando.