¿Te imaginas un mundo sin electricidad? Es como preguntarle a un niño cómo sería una semana sin su consola, smartphone e Internet. Seguro pondría cara de horror y no se le ocurriría cómo divertirse. Sin embargo, créeme que aún se puede ser feliz sin tener un computador.
Hace pocos días, escuché a una madre con su hijo en la micro: ella lo amenazaba con quitarle el acceso al computador. Su respuesta me sorprendió: “no, madre, eso me haría muy infeliz”. Pensé en lo distintas de nuestras infancias y cómo - hasta el día de hoy - el PC no es indispensable para mantenerme entretenida.
No podemos negarlo: quien no posee un computador, reduce sus posibilidades en un ambiente como el actual. Tener uno nos facilita la vida, pero también disminuye la creatividad y reduce otras áreas de desarrollo, limitando las opciones lógicas a lo que se pueda obtener por dicho medio.
Las historias de sombras creadas con las manos, las figuras de masa al hacer sopaipillas, los adornos de papel en las cortinas, esos trucos de magia numérica, las tardes de ajedrez o los títeres de calcetín son hermosos recuerdos de mi infancia, que con el tiempo se transformaron en habilidades para el bordado, la costura, muñecos de soft, pulseras, aritos e incluso la creación de ropa o carteras. Artículos que yo misma creé y que usé por mucho tiempo, abaratando el costo de su adquisición en el comercio.
Los niños que crean, que construyen, que se aburren y aprovechan esa condición para diseñar nuevas ideas, están invirtiendo en talentos que mañana pueden ser buenas fuentes de ingresos, terapias de autoayuda y oportunidades para mejorar el clima familiar. Tómate el tiempo de evaluar tus progresos en estas áreas, y ejercítalas de manera continua. Las dejarás como testimonio de tus vivencias y otros, quizás tus propios hijos, valorarán la sabiduría con que desarrollaste tu vida.
Es tremendo ver cómo aquellas necesidades económicas que en algún momento me impidieron tener equipamiento electrónico -y que fueron causa de burla o tristeza-, hoy son motivo de regocijo constante. Tengo un mundo mucho más amplio que una pantalla, una mente que no para de imaginar y que busca hasta un quinto plan si es necesario. Si tienes más de 30 años sabes de lo que hablo: seguro también hay un tesoro en tus manos, preparándose para ser entregado a las nuevas generaciones.
Hoy quiero hacerte una sana invitación. Sé que el tiempo es poco, pero valdrá la pena: elige el menos un día en el mes e invita a tus amigas o núcleo familiar a una actividad manual. Pueden tener un picoteo, algo de beber o una once mejorada, con recetas de tu propia autoría. Deja fluir tus mejores ideas, potencien la creatividad, conversen y disfruten de la mutua compañía. Te aseguro será genial. Tanto así, que querrás repetirlo.
Si decides intentarlo, comparte tu experiencia con nosotras con el hashtag #HechoAManoConFucsia y así muchas se animaran. Si quieres ideas o tips para hacer algo entretenido, háznoslo saber y buscaremos las mejores ideas para entregártelas en estas páginas. No le temas al aburrimiento: apaga el PC y ¡comienza tu verdadera vida!.