No sé si les pasa, pero a veces una amanece de malas sin razón alguna, lo cual es agotador. Lo peor es que los hombres lo atribuyen a nuestro periodo, ¡lo que me molesta aún más!. Todo nos irrita y peleamos con medio mundo. En mi caso, últimamente es lo que más me pasa. No sé si será por la fecha, por el clima o qué, pero estoy más susceptible que lo usual, por ende, he leído sobre el tema y he probado distintas técnicas, las cuales quiero compartir con ustedes.
1. Solucionar cosas pendientes: a veces estamos demasiados estresadas por lo que ocurre en nuestra vida, por lo que hay que trabajar en resolver lo que nos preocupa. Parece difícil, porque algunas cosas no tienen solución inmediata, cuestión que nos entristece. Entonces, nos volvemos vulnerables a cualquier sensación de enojo. Te recomiendo tomar un lápiz y un papel, para hacer una lista de cosas pendientes. No importa si son relevantes o no, sólo que esperen resolución. Mírala y piensa por dónde quieres empezar. Date el ánimo para poner tu plan en marcha y comienza. El principio es el que más cuesta, pero valdrá la pena.
2. Escribe una carta para ti misma: puede parecer tonto, pero no hay nadie mejor que tú para comprenderte. Registra todo lo que sientes y déjalo fluir. No importa cuánto te tome, saca todo lo malo que tengas guardado, pero no te quedes sólo en lo negativo. Piensa en ti misma como que fueras alguien más y escribe todas tus cualidades, para que luego puedas ver cuál de ellas te ayudará. ¿Y por qué no recomiendo escribirlo en el computador? Porque a veces estamos escribiendo y aparecen esas molestas rayas indicando las faltas de ortografía, las cuales nos distraen del punto y no nos dejan expresarnos tranquilas. Además, en ese momento no tienen importancia.
3. Deja de lado tus obligaciones aunque sea por 5 minutos: cuando nos agobiamos, pensamos en que no tenemos tiempo para nada - con suerte para respirar - pero no es así. A veces es sólo mala organización de nuestras obligaciones. Yo suelo tener muchísimo que estudiar, pero en un momento me tomo un break para relajarme y no pensar. Luego de eso, mi humor cambia y retomo el estudio con una mejor actitud. Así que ¡a ordenarnos y dejar un tiempo para nosotras!.
4. Haz actividades que a TI te gusten, no que deberías hacer: siempre leo en este mismo blog, notas que sugieren hacer ejercicio. En mi caso, lo odio. En parte es porque soy un poco floja y además, hay cosas que se me dificultan y terminan irritándome más. Un claro ejemplo de eso es correr. Soy bastante pechugona y al hacerlo siento más dolor que placer. Tengo que sujetarme y velar porque nadie me vea haciendo el ridículo. Por eso, prefiero hacer otras cosas, como salir a pasear a mi perro o sentarme en una plaza a mirar gente pasar. O practicar yoga, que es un perfecto ejercicio, porque relaja. Lo que sea que escojas, debe gustarte a ti, no "ser lo correcto".
5. Ríe: me pasa que cuando estoy irritable, casi nada me hace sonreír, por lo que voy a lo seguro y entro a youtube. Hay un video que vez que lo veo me hace reír, y que ahora es muy popular gracias a que salieron memes de el: "estúpida, mi pelo, idiota". Lo veo y río y vuelvo a re{ir. Me pasa con otro, que es musical pero el coro es tan gracioso, que yo creo que ni ustedes podrían resistir el no reír, así que aquí se los dejo. Como sea, todas tenemos un humor distinto, pero siempre está aquel comodín en el cual confiar, que nos pondrá de confiar excelente humor
Y así chicas, siempre nos encontraremos en este estado de irritabilidad constante, pero no se desanimen, porque no durará mucho. Al menos ahora tendrán opciones que quizás no habían evaluado. Y si nada de esto resulta, ¡una cita sí que es infalible!.