Tal vez, en algún momento de tu vida, te hayas enamorado de un hombre de éxito en su profesión, una persona que vive por y para el trabajo. Este tipo de perfil produce una gran admiración puesto que el triunfo profesional y la responsabilidad en el cumplimiento del deber, son vitales para la estabilidad económica. Pero cuando la vocación profesional se lleva al extremo, otros ámbitos de la vida salen perjudicados. Así ocurre con el amor. ¿Cuáles son los riesgos que corres si te enamoras de un trabajólico?
1. Tendrás que desarrollar una paciencia infinita para que tu pareja encuentre un hueco en su agenda y vaya de vacaciones contigo durante una semana. El romanticismo es la última prioridad para una persona tan pragmática, que no desconecta en su tiempo libre los asuntos de la oficina.
2. Sufrirás cansancio psicológico al sentir que tu pareja no te da el espacio que mereces en la relación. Sentirás que tú no eres su prioridad: el trabajo siempre está por delante. Siempre hay un asunto urgente que atender.
3. Los temas de conversación en las citas girarán, principalmente, en torno a cuestiones de la jornada laboral. Esto resta diversión a los encuentros. Pero además, un trabajólico sufre altas dosis de estrés y ansiedad, que afectan de forma negativa su estado de ánimo. Por tanto, la convivencia con una persona que sufre estos cambios de humor no es sencilla, por muy enamorada que estés.
4. Su ego y su vanidad serán infinitos, puesto que un trabajólico pone su valor en la búsqueda de resultados constantes. Del mismo modo, también es muy vulnerable ante las derrotas y fracasos. La relación dependerá, en gran medida, de la situación que atraviesa en su carrera.
5. Vivirás la incertidumbre constante en la organización de planes, puesto que tu pareja llegará tarde a las celebraciones de cumpleaños familiares, se ausentará de muchas bodas de amigos y pondrá el trabajo como excusa en muchos momentos personales que para ti son importantes.
Si te enamoras de un trabajólico, a largo plazo, sentirás que también te has emparejado con su trabajo. Y esta carga es muy pesada. ¿Estás dispuesta a afrontarla?