En el estilo de vida que llevamos, donde vivimos llenos de exigencias para rendir al máximo, es común que muchas personas conozcan el termino "ansiedad". Este se define como la respuesta (física y/o mental) anticipatoria a alguna amenaza futura. Es totalmente normal experimentarla ante alguna preocupación; principalmente por medio de palpitaciones y sudoración excesiva (entre otras cosas).
La ansiedad deja de ser normal cuando se manifiesta en exceso, junto con miedo y durante un tiempo prolongado; muchas veces sin causa aparente. Es en ese momento cuando pasa a ser un "trastorno de ansiedad" y debes considerar ir a un/a profesional, ya que sólo éste está capacitado para dar un diagnóstico y tratamiento apropiado.
Los siguientes consejos son útiles para quien padezca el trastorno, o simplemente para quien sienta ansiedad "normal":
Inhala, cuenta hasta 5 y exhala
Respira profundo; y después de cada inspiración, trata de mantener el aire por unos segundos (cuenta hasta 5). Luego exhala de manera pasiva (dejando que el aire retenido salga solo; sin empujar).
Esta técnica no sólo ayuda a relajarse, sino que también a reducir los latidos por minuto, que han sido aumentados por la ansiedad. Esto debido a que al retener el aire, estamos aumentando la presión dentro de la caja torácica, lo cual conlleva a una respuesta refleja que disminuye la frecuencia cardiaca.
Resuelve problemas simples
La idea es mantener la mente lo mas alejada posible de pensamientos estresantes. Por eso, se recomienda que te dediques a alguna tarea que tome casi toda tu atención, como jugar sudoku, resolver ecuaciones o cualquier otro tipo de ejercicio mental. Es importante que escojas algo con lo que tengas habilidad, para generar la sensación de gratitud y no de estrés.
Existen muchas aplicaciones con juegos mentales para tu celular. Descarga tu favorita, para que puedas utilizarla donde sea que estés.
Llora
A diferencia de lo que muchos suelen hacer - evitar llorar -, es saludable que te desahogues en el instante en que tu mente lo pida. Muchos casos de ansiedad provienen de la represión de las emociones, es por eso que con tan sólo dejar que se expresen, puedes calmar el ataque.
Toma un vaso de agua
Existe la hipótesis que al tomar agua, nuestro cerebro reduce el estado de alerta debido a una costumbre adquirida a principios de la evolución. En tiempos remotos, el hombre solamente podía tomar agua en ausencia de los depredadores, es por eso que al beber un vaso, estarás "engañando" al cerebro primitivo y haciéndole saber que no hay peligro.
Escucha canciones del recuerdo
De seguro te ha pasado estar en una fiesta, y que de repente suene una de tus canciones favoritas, de esas que hace mucho tiempo no escuchabas. En ese instante saltas de la silla y con un "¡oh! ¡que buen tema!" comienzas a recordar bellos momentos.
Una sensación similar debes buscar para oponerte a la ansiedad. Para eso, guarda una playlist de canciones que amabas en tiempos en que no sufrías los ataques. De esta forma puedes lograr que predomine la alegría sobre la preocupación con sólo darle play.
¡Come chocolate!
Éste es mi consejo favorito: come chocolate negro (como mínimo con 60%de cacao). Se ha demostrado que éste estimula la liberación de endorfinas; sustancias opioides liberadas naturalmente en la hipófisis e hipotálamo, las cuales son responsables de causar sensación de placer (por ejemplo, cuando nos enamoramos e incluso durante el orgasmo).
Técnica de los dedos
Para quienes han sufrido más de un episodio, es importante que se preparen por si viene uno próximo. Una de las mejores formas, es practicar meditación o cualquier otra técnica de relajación cuando NO estás con ansiedad. Mientras estés completamente relajada, toca constantemente las puntas de tus dedos unas contra otras. Parece una locura, pero esto condiciona tu mente para que al momento de tener un ataque, te toques los dedos y tu cerebro lo asocie al estado de relajación previo.
Crea tu mantra
Muchos expertos en meditación suelen usar un mantra (repetir incansablemente alguna aseveración) para iniciar su proceso de relajación. Trata de crear uno propio, como por ejemplo "esto pasará", "es solamente ansiedad" o "¡vamos que se puede!". La idea es que repitas la frase que más te de ánimos para enfrentar el momento, y auto-convencerte de que lo sobrepasarás.
Consejo final
Ante cualquier signo de ansiedad, estrés o problemas de ánimo, no dudes en tomarte un tiempo para evitar un colapso. Sufrir este tipo de problemas no significa que estés perdiendo la cordura, sino simplemente que te estás sometiendo a situaciones muy complejas, y que solicitar ayuda es lo mejor que puedes hacer. ¡Suerte y ánimo!.