Todas hemos pasado por periodos de apuros económicos, por lo que sabemos lo terrible que es la incertidumbre de si tendremos dinero a fin de mes para pagar las cuentas o no. Y a pesar de que hemos hecho mil cosas para salir de ahí, desde los tips de ahorro hasta el feng shui para la abundancia, seguimos repitiendo la historia una y otra vez. Pues bien, es momento de revisar las razones por las que esto se sigue manifestando en nuestra vida.
Partamos por afirmar lo siguiente: todo lo que se manifiesta en tu día a día es un reflejo de tu estado interno, por lo tanto, para ver cambios reales en el exterior, algo debe cambiar en tu interior. Así es, amiga. Todos los rituales externos que hagamos (prender velas, poner adornos que llamen al dinero, tener una plantita de la plata, etc.) son solamente un apoyo para el movimiento interno que nos toca hacer a quienes tenemos problemas con el dinero, y que se trata de elegir mirar al mundo con otros ojos. ¿Suena muy extraño?
Nuestras creencias son la forma en que pensamos, vemos y vivimos el mundo, y a pesar de que nos han llegado inconscientemente a través de la crianza y la cultura en la que estamos insertas, una vez que podemos identificarlas, seremos capaces de transformarlas.
Aquí te dejo algunas de las creencias más comunes que podrían estar limitando tu prosperidad.
1. "El dinero sólo trae desgracias".
Esta es una creencia muy antigua y muy común en todos los países de Latinoamérica, pues hubieron tiempos en que tener alimentos, oro, tierras o cualquier clase de riqueza se transformó en desgracia para la gente. Sin embargo, luego de tanto tiempo debemos reconocer que es una idea obsoleta, y que si la seguimos sosteniendo alejaremos el dinero de nuestra vida a toda costa.
2. "Si alguien tiene mucho dinero, de seguro es una mala persona".
Si tenemos esta creencia estamos asociando el dinero a un concepto muy negativo, y como no queremos ser "malas personas" haremos todo lo posible por permanecer en nuestros apuros económicos.
3. "Es mejor ser pobre, pero honrado".
Es muy parecida a la anterior. Con esta creencia estamos dividiendo el mundo entre ricos y pobres, e identificándonos con este último bando que consideramos el "lado bueno". Al elegir sostener esta forma de pensar, quedamos atrapadas en una lealtad hacia la pobreza que no nos permitirá salir de nuestra situación.
4. "Yo nací pobre, es lo que me tocó vivir".
Con esta idea nos atamos al destino que nos tocó de una forma muy restringida, que no permite ninguna transformación.
5. "El dinero siempre es el obstáculo".
Cuando vives una vida en donde tus oportunidades se ven limitadas por el dinero que no tienes, adquieres esta dañina creencia. Lo que no estás viendo es que nada limita tu verdadero potencial y que cuando de verdad quieres lograr algo encontrarás la forma, pese a todo.
6. "Nunca tengo lo suficiente".
Cuando crees que no tienes lo suficiente, dejas de agradecer lo que sí tienes y te bloqueas a recibir algo nuevo. Imagina que le regalas algo a alguien, y que esta persona no te lo agradece y más encima te dice que el regalo no fue suficiente. ¿Estarías dispuesta a darle algo más?
Amiga, si estás pasando por problemas económicos te invito a examinar tus creencias y a darte la oportunidad de crecer con esta experiencia. Algo útil que puedes hacer es darte un tiempo para explorar cuáles son las creencias que están limitando tu prosperidad y anotarlas en una lista cada vez que descubras una. En un tiempo más haz una nueva lista, reformulando por cada creencia antigua una nueva, que te sea más real y que pueda abrir nuevos caminos.
Te recomiendo no gastar energía en librarte de la creencia antigua, sino en conectarte con la nueva. De esa forma, el pensamiento anterior se retirará solo, sin que tengas que entrar en conflicto contigo misma. Escríbelo, repítelo en voz alta, medita con él, pónla en tu altar personal y llévalo contigo hasta que sientas que lo has asimilado bien.
La reconexión con la abundancia es un trabajo interno potente que te lleva a comprender que en realidad nunca te falta algo. Tienes todo lo que necesitas en todo momento. Sólo debes dejar que tu abundancia se manifieste.