¿Se han topado con aquellos hombres que en vez de querer tirárseles encima solo las hacen suspirar y sentir mariposas en el estómago? Pues sí existen, son esos bombones que llegan a tu corazón de otra manera: los que te conquistan con mucha dulzura.
Y ¡díganme que no se sienten atraídas por ellos!. Son tan, pero tan dulces, que podemos imaginarlos como una caluga de leche. Algunos hombres llaman nuestra atención de una manera más pasional, donde la lujuria es parte de la conquista, pero no siempre eso perdura en el tiempo. Quizás en un principio los chicos tiernos no conciten nuestro interés. Es más, si estamos en una etapa en que buscamos más aventuras, es probable que los descartemos. Pero si lo pensamos bien, ellos son increíbles, ya que saben perfectamente como encantarnos y regalonearnos.
Típico de estos bombones es tener cariñosos detalles, como rosas rojas, palabras bonitas y hasta miradas lindas. Son lentos en la conquista, ya que les gusta disfrutar cada segundo con nosotras. Además, se desviven por complacernos en cada cita que tengamos, nos cuidan y eso nos hace sentir protegidas.
Estos 'bombones' nos dejan sin palabra en cada encuentro. A veces no nos atraen tanto físicamente, pero pese a ello, antes de que lleguen ya nos tienen vueltas locas. Podemos parecer incluso novias de la locura y los nervios que nos dan. Ya cuando establecemos una conversación y tenemos un vínculo más afianzado, sin duda nos dan ganas de plantarles un beso. ¡Es genial!. Al ser todo más lento y "paso a paso", lo disfrutamos más: ansiamos que llegue el momento en que al fin estemos con ellos. Con esto, nos engancharnos y llegamos a un nivel de sentimientos más profundo, no solamente un interés físico.
En el fondo todo es genial con estos bombones, ya que a diferencia de los otros logran conquistarnos y llegar a lo más profundo de nuestro corazón. Con ellos, sabemos perfectamente que no será algo de una noche, ni de dos citas y después si te he visto ni me acuerdo. Podremos lograr seguridad, confianza y algo verdadero.
Hermosos estos hombres, ¿no? Y ustedes, ¿se quedarían con este dulce príncipe?