Cuando estaba en el colegio, lo único que quería era entrar a la universidad pronto. Una vez ahí, contaba los días para titularme y comenzar a trabajar en la carrera que elegí. Ahora, desearía estar en primero básico y retrasar lo más posible la difícil inserción en el mundo laboral. Cuando las noticias titulan que 289300 personas se encuentran desempleadas, la vista se pone un poco oscura.
Hay que agradecer la época en que nos encontramos, donde las redes sociales y las plataformas gratuitas ayudan en la búsqueda de empleo. Anuncio que ves en Facebook, anuncio al que postulas. Dato de los amigos, de los nuevos colegas, estás atenta a todo. Pero no olvides, el clásico puerta a puerta nunca pasa de moda. Ir a dejar tu curriculum personalmente siempre da un puntito extra.
Aunque suene cliché, el éxito nunca explota en nuestra caras. Para comenzar a subir, hay que partir de abajo y si eso significa tocar puertas y recibir portazos, entonces atrévete. Nadie dijo que entrar en el mundo laboral sería fácil y si alguien te lo dijo, te mintió. Hazle una revisión a tus habilidades, busca maneras creativas de hacerte notar, no dejes de aprender.
Una vez dentro de ese mundo, tu objetivo siempre será seguir aprendiendo, seguir subiendo. No seas ansiosa, las cosas llegan a su tiempo, las oportunidades están ahí, hay que saber identificarlas. Ten paciencia, en unos años más agradecerás no haber perdido el control.
¿Tú también estás en búsqueda de trabajo?