Si eres veinteañera, seguramente te sentirás identificada con mi historia... o quizá no. Y es que la verdad, es difícil definir qué le interesa a una chica de veintitantos.
Con mis cortos 27 años, siento que tengo claro lo que quiero y cada día me levanto lista para alcanzarlo. Pero tengo amigas de la misma edad que desean otras cosas totalmente distintas, las que a mí ya no me llaman la atención. Mi intención no es juzgar, lo que quiero es revisar qué es lo que realmente le interesa a una veinteañera. ¿Acaso es tener una vida totalmente realizada? ¿Acaso es seguir averiguando qué camino tomar? o ¿es que la edad no tiene nada que ver en lo que hagamos con nuestras vidas?
Para intentar descifrarlo, voy a comentar cuáles son los principales aspectos que nos inquietan en esta etapa:
1. Situación laboral: en este momento me hace muy feliz tener un trabajo estable, en el que puedo demostrar lo que sé hacer y con posibilidades reales de crecer en la empresa; mientras, tengo amigas que no dudan en pasar de una pega a otra, en busca de algo que realmente las motive.
2. Desarrollo académico: me gradué de periodista y aún tengo deseos de aprender más, de conocer más, así que ando haciendo ene cursos, talleres o viendo cualquier forma de ampliar mis conocimientos. ¿Soné un poco nerd, verdad? Pero es que realmente disfruto aprender sobre los temas que me gustan. Por otro lado, algunas de mis amigas que aún no han terminado la universidad, han cambiado de carrera varias veces y aún no descubren qué quieren ser en la vida.
3. Relaciones amorosas: el ideal para mí es tener una relación estable y un compromiso serio con el hombre que me acompañará por el resto de mi vida. Esto siempre lo quise; incluso pensaba que a los 25 años estaría ya casada, no necesariamente siendo la esposa onda las de Mad Men, pero sí tener un vínculo formal. Por el contrario, el conocer gente nueva, salir con chicos por una noche y disfrutar sin límites parece ser el interés de varias de mis amigas.
4. Entretención: mis panoramas han cambiado mucho en los últimos años. Pasaron de ser carrete all night long a una noches tranquilas de películas y cabritas. No sé si eso está bien o mal según mi edad, pero eso es lo que me hace feliz: un panorama relajado y con un grupo pequeño.
5. Independencia: para mí lo mejor es vivir sola, independiente, aunque muchas veces sea difícil. Siento que te da una libertad impagable; lo malo, es que los compromisos financieros y las labores del hogar aumentan y la posible ayuda de los papás va disminuyendo. Sin embargo, muchas de mis amigas me cuentan que ellas prefieren vivir con sus padres, aunque tengan menos autonomía en sus decisiones, pero que se sienten más tranquilas y cómodas sin tantas responsabilidades.
A mi parecer, tanto mis amigas como yo estamos en lo correcto, porque al final de cuentas, hay que vivir la vida como se quiere y se puede, con tal de ser feliz. Así que, mejor tomar nuestras propias decisiones y hacernos responsables de eso. No sé si parezco una chica de veintitantos, pero la verdad, creo que eso no importa. ¿Tú qué piensas?