Dicen que los amigos son la familia que uno elige y es muy cierto, excepto en una cosa. Los amigos no siempre duran para toda la vida. Hay ciertas situaciones en la vida que funcionan como filtro, que determinan quién se queda y quiénes seguirán caminos diferentes al nuestro, dejando aprendizajes y experiencias.
Por lo general, las amistades se renuevan cuando nos encontramos en un punto de cambio, como el ingreso a la universidad, un nuevo trabajo, el comienzo o término de una relación, etc. Son momentos donde nuevas personas llegan a nuestra vida y quizás compartimos más cosas en común durante ese período determinado.
¿Cómo saber si debo renovar mi círculo de amistades?
Más que saber cuándo hacerlo, es darte cuenta si una amistad se encuentra desgastada. Hay amistades que soportan el paso del tiempo y la distancia, aún cuando ambos o ambas se estén transformando en personas distintas. El cariño, la comprensión y la lealtad siguen incólumes, por lo que sabemos que se trata de lazos que serán para siempre. Sin embargo, en ocasiones (y tristemente, es la mayoría de las veces) aquellos que en algún punto de nuestra historia fueron imprescindibles, ya no lo son tanto. El esfuerzo a veces es solamente desde un lado y para mantener una amistad firme, es necesario que la energía entregada sea recíproca.
No podemos ir contra la naturaleza humana de las relaciones, así que si lo has hecho todo para mantener esa amistad y no ves resultados, lo mejor es seguir adelante. Ahora, cabe preguntarse:
¿Cómo consigo nuevos amigos?
Debes saber que no es difícil hacer nuevos amigos, de hecho ¡es muy fácil! Lo difícil es mantenerlos, como te habrás dado cuenta. Pero cuando hay gustos y valores en común, la tarea es más sencilla.
Primero, analiza en qué momento de la vida te encuentras. ¿Vas a entrar a la universidad?, ¿estás terminando la veintena? Es verdad que a medida que crecemos se hace más ardua la labor de entablar nuevas amistades, no así de conocer gente. Seguramente ya conoces a muchas personas, así que una buena forma es acercarte a los conocidos de tus propios amigos. Muchas veces surgen bellas amistades de esta forma.
Ahora que estás más grande, también tienes más claros tus hobbies y lo que te apasiona. Considera la posibilidad de estudiar nuevas cosas y aprender otros talentos. Prueba con clases y talleres. Ahí de seguro encontrarás a personas con tus mismos intereses.
Si estás terminando una relación, esto puede volverse más difícil, ya que muchas parejas comparten a su círculo de amigos y al terminar, uno de los dos queda solo. Éste es el momento para retomar viejas amistades, que por lo general se abandonan con la emoción de la nueva relación. Cámbiate de trabajo, viaja, haz un diplomado. No sólo te servirá para conocer gente, sino también para conectarte contigo y pensar en lo que es importante.
¿Has cambiado tu círculo de amigos? ¿Cómo fue el proceso? ¡Cuéntanos en los comentarios!