¿Conoces la canción 'Love of my life', de Queen? pues aunque no lo creas, fue escrita y dedicada por Freddie Mercury a una mujer. Porque aunque todos sabemos que Freddie era homosexual, su gran amor fue una fémina. Aparentemente, fue complicado para él aceptar su tendencia sexual; pero a diferencia de quienes intentan usar parejas hetero para ocultar su verdadera sexualidad, Freddie sí amó a Mary Austin. Sólo dejaron de ser pareja para que cada uno hiciese su vida, aunque nunca se separaron del todo.
Freddie y Mary se conocieron en 1970, cuando el cantante aún no era famoso y solía comprar ropa usada en la tienda donde Mary trabajaba. Comenzaron como amigos, pero pronto iniciaron una relación que duraría 6 años, en la cual se entendían muy bien. Ella actuaba como protectora de Freddie y le perdonó muchas infidelidades, que en un principio atribuía a su nueva calidad de "celebridad". Incluso continuaron juntos después de que él le confesara que era "bisexual" (aunque más adelante asumiera públicamente su homosexualidad, cosa que Austin ya sospechaba hacía tiempo).
Como pareja terminaron separándose. Ella incluso tuvo hijos con otro hombre - siendo Freddie el padrino de uno de ellos -, pero nunca dejaron de estar presentes uno en la vida del otro. Fue Mary la primera en enterarse que Mercury tenía VIH, una enfermedad que por ese entonces tenía una altísima tasa de mortalidad, y se las arregló para estar junto a él cada vez que podía, pese a que ambos tenían parejas estables.
El amor de Freddie y Mary trascendió la parte sexual y la fama, fue más profundo. Tanto es así que, a la hora de hacer su testamento - cuando Freddie sabía que no viviría mucho más - legó a Mary la mitad de sus bienes. Entre éstos se incluía la fastuosa mansión de Garden Lodge, otras dos propiedades, los derechos de autor de sus canciones y unos 40 millones de libras. El resto lo repartió entre su familia cercana, su última pareja - Jim Hutton -, su cocinero, su chofer y su asistente personal. Freddie en una ocasión dijo que ningún amante podría reemplazarla, que ella había sido todo para él, y en el testamento lo dejó muy claro.
Para Mary el sentimiento era el mismo. Se convirtió en la administradora de la Fundación Phoenix, una entidad de lucha contra el SIDA. También en el testamento se le pidió que fuese ella la que se encargase de las cenizas de Mercury, y se ha mantenido fiel a su promesa de no revelar qué hizo con ellas. Aunque ha tenido fuertes presiones de los medios, ha afirmado que "nunca traicioné a Freddie y no lo voy a hacer ahora, con el peso de los recuerdos del hombre de mi vida".