"Amiga, le encantas a Rodrigo. Tengo una salida y va él. ¡Es que tienen que conocerse, van a encajar súper!" Y ahí estás tú con cara de ¿qué me perdí? ¡Si ni siquiera te interesa tener una cita a ciegas!. Pero tu partner lo único que quiere es verte con alguien, y en especial si es un amigo suyo. Todas tenemos a una fiel compañera que anda como un ángel con una flecha todo el rato: haciendo de Celestina.
Claro, es adorable, tierna y las queremos mucho, está en todas con nosotras. El punto es que cuando ya empieza a rallar la papa con hacernos gancho todos los días y a cada rato, nos viene el minuto de locura y de furia. Ahí, lo único que queremos es mandarla a la punta del cerro.
A veces ellas quieren lo mejor para nosotras, pero no se dan cuenta de que queremos estar solas y no necesitamos a un hombre a nuestro lado. ¡No hay caso!
Vamos igual a la famosa cita - la cual resulta un total desastre, ya que de partida no hay feeling ni intención de conocer más al 'amigo' del que tanto te ha hablado- y te sientes en la penosa obligación de intentar mantener una conversación con ese "alguien". Intentas colocar tu mejor cara, pero tu aburrimiento es tanto que terminas por pararte e inventar cualquier excusa para salir un rato del lugar. ¡Trágame tierra, aire por favor!
Pero no todo es tan malo, amigas, ya que en algunas ocasiones puede que algún romance resulte por ahí. He conocido casos donde las partners logran su objetivo - después de mucho esfuerzo - y terminan los dos tortolitos en su nido de amor.
Cuando tenemos amigas así, es importante dejar las cosas claras desde un principio, ya que no siempre estaremos en la parada de querer ir a citas a ciegas todo el rato. De hecho, llega un punto en que molesta. Ahora bien, si queremos divertirnos, saliendo con uno y con otro, ¡vamos!. Ahí, las amigas celestinas serán unas buenas cómplices. Pero todo dependerá de en qué sintonía estemos.
Y a ustedes, ¿les gusta tener amigas celestinas o no?