La familia -idealmente-, es el núcleo donde nos debiéramos sentir confortables, queridos y valorados. Son quienes suelen apoyarnos y aconsejarnos durante nuestra inexperta vida. No nos resulta coherente relacionar ese concepto con cosas negativas, pero lamentablemente existe esa posibilidad: la de cuando tu familia no te deja surgir o no sientes su apoyo en las decisiones importantes que has tomado.
Las personas que componen nuestro círculo familiar, suelen tener altas expectativas sobre lo que debiésemos hacer. El problema surge cuando nuestras decisiones no contemplan sus deseos, generando cierto rechazo hacia nosotros. Comenzamos a sentir que dejan de apoyarnos y nos critican cada vez que se da la oportunidad; nunca están conformes con los resultados, y eso por supuesto que nos desmotiva. Llegamos al punto de dudar en seguir adelante con lo que nos gusta. Suelen compararnos mucho con los éxitos de otras personas, y minimizar la complejidad de lo que hacemos día a día. Esto, sobre todo en lo que respecta a profesión y cuando nuestra esencia es humanista, algo realmente desvalorado por las personas más científicas o con ocupaciones "racionales".
Vivir en un ambiente tóxico no le hace bien a nadie. Esa inestabilidad que te proporciona tu entorno no debiese ser algo a lo que debas acostumbrarte. Depende de ti tomar buenas decisiones para tu futuro y seleccionar lo que mejor te satisface. Te recomiendo que empieces desde ya a forjar un camino agradable.
Escucha y desecha. Cuando comiencen a llegar frases agresivas contra ti, sólo escucha y desecha; no internes en tu mente sensaciones desagradables. No hay caso con tratar de convencerlos de que debes tomar tus propias decisiones.
Aléjate. Si tienes la posibilidad, aléjate del ambiente familiar. Vive sola, arrienda con amigos, etc. Busca un nuevo hogar que te haga sentir cómoda, ya verás como mejorará tu ánimo.
Termina tus proyectos. No hay mejor forma de tapar bocas que tener éxito en lo que te propusiste y salir victoriosa de ello.
Hazles saber a tus familiares lo mucho que los amas, pero que necesitaste de todo su apoyo y no lo obtuviste. Así sabrán lo que te sucedió, quizás se arrepientan y puedan ver las cosas de otra manera.
Amiga, la vida es una sola: no puedes tomar los caminos que los demás quisieran para ti. Arriésgate a hacer lo que te gusta. Si fracasas, te quedarás con la sensación de haberlo intentado y si tienes éxito, comenzarás a ver la felicidad. No dejes que los comentarios mal intencionados de los demás arremetan contra ti. Por muy familia que sean, eso no les da el derecho de querer gobernarte, ni tampoco los hace dueños de la verdad absoluta sobre tu vida.
¡Mucho éxito!