La desvinculación es uno de los procesos personales más duros, capaces de generar un quiebre emocional intenso, especialmente si ha sido inesperado. Existen muchas razones para que nuestro empleador decida poner término a la relación: insatisfacción con el desempeño, reducción de personal, entre otras razones que no siempre nos parecen justas.
Sea cual fuere la causa para un despido laboral, implica movernos de nuestra zona de confort: reiniciar el desgaste de la búsqueda de trabajo y - si lo encuentras - ser "la nueva" y ambientarte, entre otras situaciones que en la mayoría de los casos no nos hacen sentir nada bien.
Sin embargo, si vemos el medio vaso lleno, también este proceso nos ofrece la oportunidad de obtener sabiduría, cerrar ciclos y abrir nuestro espíritu a nuevas experiencias.
Si te encuentras afrontando esta situación, te ofrecemos unos útiles consejos para salir airosa:
1. Lo primero que debes hacer es actualizar tu currículum, indicando la experiencia laboral que acabas de tener, las actitudes y habilidades adquiridas. De esta manera harás un balance de lo obtenido en tu reciente trabajo y podrás ver todo lo bueno que te dejó.
2. Aprovecha y regálate un tiempo de descanso, para compensar todo el trabajo realizado, sin pensar en tareas, jefes, reuniones o cualquier otra situación que se te presentaba en la oficina.
3. Busca la manera de entretenerte: haz deporte, disfruta de una buena película, un día de playa en familia, realiza actividades que puedan despejar tu mente. En la mayoría de los casos lo que más nos cuesta es pensar en otra cosa, saturando nuestra mente y debilitando nuestro espíritu.
4. Agradece a Dios o al Universo por la experiencia vivida. Pide que la siguiente sea tal y como la quieres, con mayores beneficios y un excelente ambiente laboral.
5. Enfócate en buscar la oferta de empleo que sueñas. Revisa qué empresas que han tenido repuntes económicos o gozan de buena reputación en relación al compromiso que tienen los superiores hacia sus empleados. Prepárate para nuevas entrevistas.
6. No pierdas la paciencia: conseguir un buen trabajo toma un poco de tiempo. No te desesperes en aceptar la primera oferta de trabajo, enfócate en lo que más te conviene.
Perder el empleo es algo que nadie quiere vivir; sin embargo, es muy probable que a todos en algún momento nos toque experimentarlo. Es por ello que debemos siempre mantener nuestro espíritu fuerte y una actitud optimista, confiando en que todo cambio nos garantizará mejores oportunidades.
¡Suerte!