El desarrollo personal es una responsabilidad que no puedes delegar en terceras personas. Nadie puede realizar tu proceso vital, porque el autoconocimiento proviene de la introspección. ¿Cómo puedes seguir evolucionando como persona hasta alcanzar el infinito de tu propia esencia?
1. Diviértete sola. Es decir, si quieres ir al cine para ver una película pero no hay nadie en ese momento que pueda acompañarte, ponte guapa y compra tu entrada para tener una cita contigo misma.
2. Escucha canciones que fomentan la alegría de vivir. "Color esperanza" de Diego Torres es una melodía perfecta para comenzar cada día con una sonrisa.
3. Apaga el celular durante 4 horas cada día. No imaginas la cantidad de tiempo que ganarás al no estar tan pendiente de las novedades de WhatsApp.
4. Aprende a decir no sin culpas. Defiende tu libertad personal y tus derechos. Tu función no es la de agradar constantemente a los demás, porque ninguna opinión debe influirte tanto como la tuya y aquello que piensas de ti misma.
5. Lee libros de calidad, que te ayuden a profundizar en las raíces de lo humano. "El hombre en busca de sentido", escrito por Victor Frankl, fundador de la logoterapia, es un relato humano que describe la etapa en que el autor vivió en un campo de concentración. Sus palabras son una evidencia de la dignidad del ser humano, incluso cuando atraviesa situaciones de adversidad.
6. Intenta ser amable con las personas tóxicas, pero sin dejarte contaminar por su energía negativa. Por ejemplo, marca una distancia afectiva respecto de aquella amiga que se queja por todo y observa la realidad siempre en negativo.
7. Realiza un viaje en solitario cada año, para tener tiempo para ti en un entorno distinto al de tu rutina habitual.
8. No vivas con tanta prisa. Corres el riesgo de no saber dónde te diriges. Párate a pensar en ti y en tu vida.
9. Visita exposiciones en museos y galerías de arte para vivir la cultura como protagonista.
10. Alimenta a tu niña interior con constantes sonrisas y sentido del humor.
En la vida el tiempo pasa muy rápido. Pero avanza todavía más de prisa cuando no lo inviertes en tu desarrollo personal. No pongas tu felicidad en la última lista de prioridades porque lo verdaderamente urgente es que estés bien en tu propia piel.
Colaboración enviada por Maite Nicuesa