Los vestidos de noche son bastante delicados y no podemos tratarlos como un atuendo cualquiera. La pedrería, telas y cortes del vestido los hacen en general frágiles piezas de ropa, por lo que debemos cuidarlos para evitar que se arruinen y podamos usarlos más de una vez. Porque aunque es cierto que las mujeres nunca queremos repetir nuestra indumentaria en fiestas elegantes - como matrimonios o graduaciones - también es verdad que estos vestidos suelen ser costosos, y si tenemos muchas fiestas no nos queda más que volverlos a usar. No es tan terrible, al fin y al cabo: el peinado y los accesorios pueden cambiar totalmente el look de un mismo vestido.
Pero volviendo a su cuidado, hay 5 cosas que podemos hacer para preservar estas prendas como si estuviesen recién compradas:
1. No prestarlos: suena egoísta, pero para qué estamos con cosas, en lo ajeno reina la desgracia y nadie cuida los objetos como su dueño. Evita ofrecer tus vestidos a personas en las que no tengas plena confianza.
2. Lávalos en la tintorería: no se te ocurra lavar tus vestidos de noche en la lavadora. Un vestido con lentejuelas puede quedar completamente arruinado si uno de estos adornos se engancha en alguna parte. Después de usarlos, llévalos a una tintorería: ellos se especializan en el cuidado de ropa delicada, con lavado en seco y otros procedimientos que dejarán tu traje como nuevo.
3. Cuídalo mientras lo usas: ten precaución con las copas, ya que una mancha de buen vino puede ser muy difícil de sacar. Y al comer, procura que cada bocado que te lleves a la boca no gotee, para evitar que te manches. También puedes ponerte una servilleta de género o papel en las piernas. Parecen consejos obvios, pero muchas veces son estos pequeños accidentes los que arruinan tu vestido.
4. Guárdalo como corresponde : para ello, debes tener una bolsa cubre trajes especial, que lo protegerá de posibles manchas y polvo. Cuélgalo dentro del cubre trajes para que no se arrugue y procura que el lugar donde lo almacenes esté libre de polillas.
5. Ojo con las lentejuelas y pedrería: los vestidos con estos adornos son los más delicados, cualquier tirón o enredo con el pelo o con una hilacha puede soltar las lentejuelas y arruinar tu vestido. A menos que tengas el cabello corto, llévalo siempre amarrado cuando lo uses para evitar que se te enrede en las cuentas.
Como son una inversión para nosotras, y nos acompañarán en memorables momentos, debemos cuidar nuestros vestidos de noche como se merecen.
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