Si hay algo que nos encanta es sentirnos relajadas dondequiera que vamos. Y si se trata de algo que podemos hacer nosotras mismos, mejor. Es por ello que te dejamos unos consejos para crear tu propio spa para llevar, transportándolo a tu trabajo o a tu próximo viaje. Toma nota.
Baño de Vapor: Lo primero que puedes hacer para empezar a tratar tu piel, es abrir tus poros. Esto puedes hacerlo en cualquier lugar, tomando un recipiente con agua caliente y acercando tu rostro o la parte de tu piel que quieras abrir los poros, si tienes una toalla a mano colócala por encima de la piel y el recipiente con agua caliente. Ten cuidado de no quemarte, pero si crear el suficiente vapor para que se abran tus poros, esto permitirá que el tratamiento posterior haga efecto correctamente.
Barra de jabón: Una barra de jabón natural con contenido de elementos ideales para tu tipo de piel. Si es grasa, puede ser un jabón de coco o si es seca, puede ser un jabón de miel o de oliva. El jabón va a permitir sacar impurezas en conjunto con los próximos pasos.
Esponja o cepillo: Una esponja pequeña, un estropajo (esponja de algas) o un cepillo siempre te ayudarán a hacer más fácil el trabajo de limpieza de tu piel. Lo mejor es que sea de cerdas suaves para no enrojecerte, sobretodo si tu piel es delicada.
Mascarilla: Una mascarilla especial para tu tipo de piel es espectacular para sentirte perfectamente en un spa. Si quieres hacerla tú misma, recuerda las propiedades de los elementos naturales como la miel, el aceite de oliva o el limón para hacer una mezcla que ayude a recuperar la tonalidad natural y que no incremente las imperfecciones, sino que las corrija. Una mascarilla puede estar en tu piel de 5-15 minutos, es por ello que debes tomarte el tiempo necesario para que haga efecto.
Tónico: Bien sea un tónico natural o uno astringente - dependiendo de tu tipo de piel - hará que se cierren los poros y entren nuevas impurezas a tu piel. Debes escogerlo con cautela y que tenga un pH natural, no con químicos que puedan enrojecer tu piel.
Loción: Es ideal para hacerte unos suaves masajes en forma circular con las puntas de los dedos, cerrando el proceso de tu spa en donde estés. Puedes usar un pequeño recipiente para transportar tu crema favorita si estás de viaje. Fórmulas con vitamina E, colágeno o ácido hialurónico ayudan a tersar la piel para que se mantenga relajada.
Labial: Actualmente en el mercado hay una gran cantidad de ofertas de hidratante de labios. Son recomendables los labiales naturales, de manteca de cacao, aceite de almendras, de ceras de abeja y aceite de coco. Fáciles de transportar, ocupan muy poco espacio.
Hidrátate: La mejor parte de un spa para llevar es hidratarte, tomando una cantidad de agua adecuada para que tu piel se mantenga con el paso del tiempo. Y esto sí que lo puedes hacer desde cualquier lugar.
Relájate, disfruta y repítelo cuántas veces quieras.