La dieta ketogénica, muy similar a lo que en nuestro país ha llegado como la dieta del “Método Grez”, se ha hecho muy popular estas últimas semanas, especialmente, tras el lanzamiento del libro de Pedro Grez titulado “Los mitos me tienen gordo”, el cual entrega un testimonio de su lucha por bajar de peso, los varios intentos fallidos, y el tipo de alimentación que finalmente al autor sí le dio resultados.
La dieta ketogénica barre con todo lo que hemos escuchado sobre las dietas: nos aconseja comer grasas, evitar la fruta, reducir al máximo todo tipo de carbohidratos, incluso las legumbres. Además, promete que al seguir las recomendaciones, no sólo llegaremos al peso adecuado sino también evitaremos enfermedades típicas del sobrepeso, como la diabetes tipo II.
Pero, si todo lo que esta dieta nos recomienda está al revés de lo que nos han enseñado, entonces nos preguntamos ¿En qué se basa la dieta ketogénica para decirnos que nos va a resultar bajar de peso, sin enfermar nuestro cuerpo?
Bien, la respuesta clave es que al reducir considerablemente la cantidad de carbohidratos en nuestra alimentación, logramos transformar nuestro sistema en una máquina para quemar grasas.
Si piensas en cómo hacer dieta ketogénica, te contamos que esta basada en la mínima ingesta de glucosa -provenientes de azúcares y carbohidratos-, y alto contenido de alimentos ricos en grasa, el hígado aumenta drásticamente la producción de unas moléculas llamadas “cetonas”. Estas moléculas queman grasa de nuestros cuerpos, todo el tiempo.
En un principio, podríamos presentar algunos efectos adversos como la constipación, el mal aliento, calambres, palpitaciones o agotamiento. Esto se debe a que nuestros cuerpos están muy acostumbrados al consumo de dulces, pan, comida chatarra y carbohidratos de todo tipo -recordemos que incluso algunas frutas como el mango, el plátano, las uvas, entre otras, son altas en hidratos de carbono, por lo tanto quedarían fuera de hacer dieta ketogénica o permitidas en muy pocas cantidades-.
Sin embargo, estos efectos podrían durar solo algunos días al principio de la dieta, y para evitarlos se recomienda beber mucha agua.
Si estás dispuesto a lidiar con lo que te comentamos a cambio de una dieta efectiva en la que no deberías sentir ansiedad y hambre, te dejamos algunos tips que te pueden ayudar a llevar este estilo de vida de la mejor manera.
Comienza el día con un desayuno alto en grasas: bebe una taza de café o cacao amargo con crema de coco o crema para batir, come 3 huevos revueltos en mantequilla, acompaña con tocino, salchichas o prepara un exquisito omelette, de modo que no sentirás hambre hasta la hora de almuerzo o más tarde y tu cuerpo producirá suficientes cetonas para quemar grasa.
Come sólo cuando tienes hambre: aun cuando la mayoría de las dietas recomiendan comer incluso 5 veces al día, con la dieta ketogénica sólo debes comer cuando tienes hambre, idealmente 3 o 2 veces al día.
No temas al consumo de grasas: la mantequilla, los huevos, y el aceite de oliva son alimentos saludables y ahora recomendados por entidades de salud en otros países.
Busca alguna aplicación o sitio web en donde puedas chequear los carbohidratos de tus alimentos: recordemos que legumbres, verduras y frutas contienen carbohidratos, elige siempre los de niveles más bajos.
Bebe abundante agua: recuerda que hay malestares que puedes sentir en un principio, ya que tu cuerpo comienza a desintoxicarse del azúcar y los hidratos de carbono. Bebe mucha agua y si te sientes mal, pon una pizca de sal en ella.