¡En gusto no hay nada escrito! Y en mi caso debe admitir que me encantan las cosas brillantes, realmente me fascinan y se han vuelto parte de mis más preciadas adquisiciones e infaltables en mis outfits o accesorios.
Entiéndase como cosas brillantes, todas aquellas que cuenten con una belleza admirable, e innegable, y que obviamente tenga algún tipo de brillo que lo haga resaltar. Joyas con pedrería brillante, accesorios con lentejuelas, zapatos con tachas, monederos con mostacillas, colgantes con cristales Swarovski, botones metálicos para las chaquetas, harto dorado y plateado en agendas, en fin… ¡bien llamativo y femenino!
Complejo de polilla lo han denominado mis amigas, asociación bastante graciosa y que siempre está acompañado de un ¿qué te gustó ya polillita? Pero que para mí tiene más que ver con, mi siempre mi mejor justificación, la capacidad que tenemos todos los nacidos bajo el signo de Libra para apreciar lo bello en todas sus expresiones y desde lo más simple a lo más elaborado. Ya que, aunque no lo crean, me causa gran emoción el tener la posibilidad ver y tener una que otra cosa brillante, porque sí, no necesariamente las adquiero para utilizar y acompañar mis pintas. Sino que, varias piezas se encuentran en una caja como objetos muy preciados y tesoros que sólo tengo para coleccionar, como lo son varios llaveros que están hechos completamente de piedras en tonos rosados y blancas y otras que mezclan muchos colores y donde mis preferidos son unos en forma de zapato de tacón y el otro una Hello Kitty demasiado kawaii, palabra bien recientemente aprendida, como diría mi sobrina.
Y quedándome con eso, pucha que hay que agradecerle a los chinitos, ya que, en sus múltiples tiendas en varios barrios populares de la capital, si que es fácil encontrarse con preciosas cosas brillantes, precios más que accesible, todo súper lindo y hasta donde uno encuentra diamantes para decorar notebooks, planner y hasta stickers para las uñas (ya lo admite, mi manicure obviamente tiene un esmalte con brillo o decoración).
Bueno, ¿y lo mejor? Es que este gusto se puede satisfacer invirtiendo muy poco dinero o atreviéndose a gastar mucho más cuando uno decide hacerse un regalito y tiene un superávit de plata (como suelo llamar a esos billetitos inesperados). Porque podrías comprarte una joya con una variedad de piedras coloridas y enceguecedoras en cuanto a resplandor o entretenerte decorando tus propias prendas o realizando prendedores con una variedad de chicherías con forma de corazón, budas, tijeras, reloj, Manos de Fátima, estrellas y todo lo que imagines en tamaño miniatura para decorar y crear que uno encuentra en cordonerías o en la famosa “Calle Rosas” de la zona céntrica de la Región Metropolitana.
Así que, si también te gustan las manualidades, podrías tú misma dedicarte a enchular tus cosas o a crear piezas únicas y de tu propia autoría, ya que lo bueno de la tendencia actual en moda, es que se están incorporando bastante las piezas decorativas de otros materiales y bien llamativas en prendas bien tradicionales o clásicas como chaquetas o jeans.
Y yo sé que deben estar pensando que debo pararse árbol de pascua con tanto brillo, pero no, la verdad es que tengo perfectamente claro que menos, es más, así que no suelo combinar todas mis cositas brillantes y me voy turnando para lucirlas y combinarlas de la mejor manera con cada una de mis tenidas.
¿Y ustedes les gustan las cosas brillantes?