De sobra sabemos que dormir bien puede determinar nuestro día, la energía de la que disponemos para realizar nuestra rutina y hasta el humor con el que la llevamos adelante. Y lo redituable de ese descanso depende de variables que van desde el tenor de la jornada que dejamos atrás hasta la calidad de la ropa de cama que utilizamos.
Así, tener un llamado ‘mal día’, discutir con un jefe o pelear con nuestra pareja puede ser tan significativo como las sábanas y el acolchado que coloquemos en la cama antes de acostarnos. La temporada y la temperatura son factores a tener en cuenta a la hora de elegirlos, pero también la calidad de los mismos. El catálogo de sábanas Cannon ofrece un mundo de posibilidades para los amantes del buen dormir.
La conjugación de la estética y con el confort
Del mismo modo que elegimos la indumentaria y el calzado que vestimos, la ropa de cama merece atención. Como cualquier otro elemento de la casa, las sábanas, cubrecamas y acolchados le dan una impronta al dormitorio y otorgan la temperatura y comodidad que nuestro cuerpo necesita para reiniciarse.
Si compramos ropa según la temporada, la moda y la ocasión donde vamos a usarla, ¿por qué no considerar los mismos criterios para la ropa de cama que tanto nos va a aportar a la hora de dormir? ¿De qué género será la sábana? ¿De cuántos hilos? ¿Necesito un cubrecama liviano o un abrigadisimo plumón de 2 plazas?
Además del tamaño en relación al colchón, poliéster o algodón; lisa, estampada o bordada; de 200, 300, 500, 800 o 1000 hilos; son algunas de las muchas variantes que ofrecen las marcas y que determinarán el precio final de la sábana. En función de todo ello, en el sitio de Cannon una sábana puede costar entre $38.490 y $239.990.
El mercado es vastísimo pero nos brinda toda la información que necesitamos a la hora de vestir nuestra cama y optimizar el tiempo de descanso. Brinda las fichas técnicas de los productos en materia de tela, hilos, tamaño, calidad y precio, incluso para quienes tienen alguna dificultad en la piel y demandan un material específico.
Un universo de posibilidades
Como hemos dicho, de la ropa de cama dependerá la comodidad, la calidez y el nivel de relax que experimentemos a la hora de dormir. Debemos pensar en colores relajantes y en géneros suaves a la piel e incluso podemos elegir éstos según la época del año, con telas más o menos abrigadas. Pero sin dudas, lo primero que tenemos que tener en cuenta es el tamaño del colchón.
De esta manera, si tenemos que vestir una cama de un metro de ancho por dos de largo, buscaremos una sábana de plaza y media, podemos elegir sábanas Cannon de 2 plazas para una cama de 1,5 por 2 metros; sábanas Cannon tamaño King, si contamos con una cama de 1,8 por 2 metros o unas súper King si mide 2 metros cuadrados.
El dinero que estemos dispuestos a destinar es trascendente cuando hablamos de comprar ropa de cama. Afortunadamente el mercado ofrece alternativas para todos los bolsillos y se puede comprar una sábana de considerable calidad a un precio razonable, además de acceder a sábanas Cannon en oferta.
Nada peor que dormir con frío
No sólo las sábanas nos ayudan a lograr un buen descanso. La frescura de un fino cubrecama o el abrigo adecuado de un plumón de sherpa de 2 plazas pueden determinar la manera de dormir según la temporada. Los materiales nos permitirán obtener la temperatura ideal durante la noche.
Hay quienes prefieren dormir con peso y utilizar varias capas para alcanzar confort en el descanso y eligen combinar sábana, frazada y acolchado pudiendo ser este último más grueso, más fino, sintético o con relleno de plumas. Por el contrario, otras personas tienen preferencia por un único edredón sobre la sábana, ya sea sintético o relleno de plumas o plumones.
El plumón, un gran aliado para el invierno
Diseñados especialmente para el invierno, los plumones tienen la capacidad de impedir el paso del frío y mantener el calor corporal durante el descanso. Esto es posible porque su relleno está conformado por plumas de pecho y cuello del pato o ganso, aislantes naturales de la temperatura.
Por su capacidad hidrófila el plumón puede retener la humedad que elimina nuestro cuerpo durante el descanso y transportarla hacia el exterior, evitando la transpiración. Si bien el relleno de plumón suele ser mucho más suave, liviano y mejor termoaislante por las características de sus fibras, tanto la pluma como el plumón son hidrófilos y brindan un excelente abrigo.
Claro que todas estas ventajas repercuten también en el precio. Si hablamos de una cama de 1,5 por 2 metros, no valen lo mismo los edredones de fibra sintética que los plumones de 2 plazas. Si bien los primeros son hipoalargénicos y más fáciles de lavar y guardar, los naturales son más transpirables e ideales para quienes sudan mucho al dormir.
Para un buen cuidado, se aconseja sacudir y ventilar el plumón con frecuencia, alejarlo de la humedad, no lavarlo, limpiar con agua y jabón manchas puntuales y secarlo a temperatura ambiente sin sol directo. Elegir una bolsa de tela y un lugar seco y con ventilación para guardarlo evitando la generación de hongos.
Si bien la vida útil del plumón puede alcanzar los 25 años, las fundas son un excelente accesorio para protegerlo y revestirlo. Una funda para nuestro plumón de 2 plazas, removible, fácil de limpiar, lavar y cambiar lo protegerá y volverá más durable. Además, podemos reemplazarla adecuándonos a los tonos de la temporada y las tendencias de la moda.
La cama es un espacio muy importante en nuestro hogar y nuestra vida, teniendo en cuenta que pasamos en ella un promedio de seis o siete horas diarias. Debemos darle la misma entidad a las condiciones que generamos para dormir, pensando en la ropa de cama como elemento fundamental.