3 rápidas razones de por qué el maquillaje es el mejor invento del mundo
Soy de las que no puede vivir sin maquillaje. No me echo un millón de cosas, pero sí lo justo y necesario para emparejar mi color, disimular uno que otro granito o manchita, tapar las ojeras y darle un poquito de color a los pómulos. Algo sutil, pero que marque la diferencia. Tampoco soy fanática, si me quedo en la casa no me pinto y puedo salir un domingo a comprar el pan a cara lavada, perfectamente. Pero en la semana, para ir a la pega, juntarme con amigas o salir a carretear, me maquillo siempre, sin excepción. Porque saca lo mejor de ti: el maquillaje hace milagros. Cambia la cara de poto con la despiertas en las mañanas y te deja como nueva. Borra los signos del cansancio y si estás enferma, te deja sanita con un par de pincelazos por aquí y por allá. Es tu propio Photoshop casero: Claramente sin irse al extremo. La idea tampoco es parecer muñeca ni andar tan artificial por la vida. Pero una ayudita para borrar imperfecciones siempre es bienvenida. Con 2 o tres trucos de un profesional, puedes adelgazar tus mejillas, afinar tu nariz e iluminar tu mirada. Me encanta. Nos hace más felices: No se lo tomen literal, pero está claro que cuando uno se siente linda, también anda más feliz y lo proyectas al resto. Por lo tanto, las cosas te resultan mejor y, a veces, solo gracias a una buena actitud, tu día cambian 100%. Este es el mismo efecto que produce la ropa. Todas tenemos una o dos tenidas favoritas con las que nos sentimos más minas y seguras. Foto vía famosassinmaquillaje.info