Las redes sociales facilitan las cosas a la hora del romance. Hay muchos sitios y apps para encontrar pareja (o lo que sea), donde todos nos preocupamos por subir “la mejor foto”. Sin duda, son herramientas que "actualizan" y facilitan la cita a ciegas de los 90's, que se concertaba a través de un número 700 o algo así (carísimo). Recuerdo que en aquel servicio se cruzaban las líneas y finalmente terminabas hablando ¡con gente de todo Chile!, asumiendo costo que ello implicaba ($)
Hoy el asunto es bastante más simple. Conectamos con gente de todo el mundo y disponemos de completísima información sobre nuestros prospectos, quienes detallan maravillas en sus descripciones. Los perfiles son idílicos, con fotos del deportista, el intelectual, el aventurero, el motoquero, el runner y el geek (hay que decirlo). Si alguna de ustedes ha visitado estas páginas, sabe de qué les hablo. Todo comienza con un guiño y sigue por algún chat (quizás whatsapp) donde interactúas casi con dioses del Olimpo. Se agregan a Facebook para ver sus viajes, amigos y familia. Todo va increíble, hasta que llega el día en que deciden juntarse.
En ese momento lo ves, se acercan ¡y te das cuenta de que odias su perfume! Pero eso es lo de menos: es más bajo que tú, tiene un tic que te distrae y aún peor, mal aliento. Es decir, ¡nada que ver con cómo te lo habías imaginado!. Ahí dices: “trágame tierra” y aparece el plan B (en caso de que ni siquiera te interese su amistad) ¿Cuál sería? ¡Pues un clásico! Que antes de salir te pongas de acuerdo con una amiga, a la cual darás "pincharás" por celular si el individuo resulta ser una criatura del averno. Así, ella te llamará para avisarte sobre una urgencia y ¡ups! tendrás que irte rapidamente. ¡Eso no falla! (y no digas que no lo has probado)
Hoy la tecnología ha hecho que las citas totalmente a ciegas ya no existan, lo que no implica que sean mejores. ¡Claro!, porque el factor “química”, no se mide a través de las redes.
¿Cuál ha sido tu experiencia en este tipo de citas?
Imagen CC Yelp.com