Cómo superé la fobia social

Angela Silva Jul 7, 2016
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Siempre recordaré algunas rarezas de mi infancia. Por ejemplo, solía esconderme en la biblioteca del colegio porque no me gustaba la gente. Unos años más adelante, llegué a ser tan introvertida que aquello se desarrollé una fobia social, encerrándome en mí misma.

Debo admitir que muchos compañeros se burlaron de aquello. Además, las personas no saben demasiado de lo que se trata la fobia social o TAS (trastorno de ansiedad social); sin embargo, es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes.

Tenía un miedo extremo a sufrir algo embarazoso. Siempre fui una bastante distraída o torpe, por lo tanto me caía cuando caminaba o tenía una falta de coordinación tremenda. Eso me asustaba aún más “¿Y si voy caminando, tropiezo y me lastimo un pie? ¿Y si alguien me ve?” , eran algunos de mis pequeños cuestionamientos, cosas que en este momento me llegan hasta a dar risa.

Fui a la psicóloga urgentemente, ya que mi médico general se percató de mi comportamiento. Tenía sólo dieciséis años y ya debía aprender a desenvolverme. En ese momento, la profesional se dio cuenta de algo más: tenía síntomas de depresión, por lo que fui derivada al psiquiatra. Y no era cualquier depresión, sino que era severa.

Pero ¡basta!. Luego de años de tratamiento, me di cuenta que debía quererme, aceptarme tal cual como soy –porque claramente, esto conlleva problemas de autoestima-. Sin embargo, esto no fue de un día para otro. No es tan fácil y seguramente las personas que padecen aquello coinciden conmigo. Sientes que toda la sociedad está jugando en tu contra.

Soy una persona aficionada a las listas, por lo tanto, escribí en un cuaderno mis propósitos. No importaba todo lo que me dijera la psiquiatra, los medicamentos que me daba o las terapias de la psicóloga si la que daba aquel empujón no era yo misma. Es por eso que, para ayudar a superar mi fobia social, hice lo siguiente:

1. Mirarme al espejo: Mirarse al espejo es una activad que hacemos siempre. Cuando nos maquillamos, cuando nos levantamos, etc. Sin embargo, ¿te has detenido a admirar lo que realmente eres, con una imagen positiva? Fíjate en esos ojos grandes que tienes, esos labios bellos y por supuesto, esa sonrisa encantadora que debes mostrar al mundo.

2. Saludar a la gente: Sí, si estás pasando por esto, seguramente lo encontrarás extraño, pero ¡es hermoso hacerlo!. Cuando te subas a la micro, saluda al chofer. Créeme que te sentirás mejor.

3. Preocuparme de mí misma: Como leíste anteriormente, las fobias sociales y la depresión conllevan a una baja autoestima. Por lo tanto, quiérete un poquito más. Tal cual cómo eres. ¿Qué tal comprarte ese perfume que llevas años deseando tener?

4. Los animales son maravillosos: Adopté un gato –luego fueron muchos más- que me dio un amor tremendo. Además, me enseñó lo valiosa que puedo ser para otro ser. Ellos dependen de ti, de tu amor, así que ¡debes ser responsable!.

5. Practica algún deporte o terapia alternativa: Hay algunos deportes que nos ayudan, principalmente porque para hacerlos tenemos que levantar el rostro y mirar al resto. Te das cuenta que no vives en una pequeña burbuja, sino que debes salir adelante.

Al comienzo seguramente encontrarás que lo que digo es torpe; sin embargo, piénsalo. La responsable de manejar su vida eres tú. Debes amarte, quererte y demostrarle a todo el mundo lo que vales. Y, por supuesto: ¡haz lo que amas y te hace feliz!