Hoy haré una confesión, que de seguro comparto con muchas de ustedes: amo hacer listas. No sólo del supermercado, hago listas de TODO.
Todo comenzó en mi infancia, sí, desde chiquita que soy estructurada. Me recuerdo sentada en mi pieza a las 10 años, escuchando radio y anotando en una lista las canciones que me gustaban. Si eran en inglés anotaba lo que entendía, o sea, cualquier cosa. Luego vino el colegio, donde tenía mi lista de tareas pendientes; después la universidad, donde estudié Historia. Se imaginan la cantidad de cosas que debía leer por semana, pero igual mantuve mi adicción a las listas: de fechas, personajes importantes, etc. Hoy que ya trabajo tengo un cuaderno especial, con lápices de diferentes colores para anotar pendientes, cada color significa algo y tengo una simbología que nadie más que yo entiende.
Recuerdo las últimas vacaciones que he tenido, una de ellas fue al norte. Con mi pololo nos organizamos para irnos un mes a Tongoy. Cuando ya teníamos todo claro yo ya tenía (con muchísima antelación), una lista hecha en word con la lista del supermercado, con los precios de bencinas y peajes, con la ruta que debíamos tomar. El se reía de mí y de mi organización. Pero es que no lo puedo evitar. ¡Soy una freak de las listas! Me produce placer anotar todo para luego hacerles "check". Es por eso que ando con papel y cuadernito en la cartera, uno nunca sabe qué lista puede aparecer en el camino.
Hoy estamos a poco de irnos de vacaciones a Europa y yo hace meses tengo no sólo una lista, sino MUCHAS en un excel en Google Drive (oh.. les recomiendo esta herramienta gratuita de Google!), con cada lugar, fecha, número de reserva de avión y tren, costos, lugares recomendamos. Es una biblia del viajero.
Soy un alma libre, pero no se metan con mis listas, contribuyen a mantener mi sensación de control. ¿Y tú, eres una loca de las listas como yo?
Imagen CC Palo