La búsqueda de placer sexual es algo innato al ser humano. Por suerte, muchos prejuicios en torno al tema se han ido desvaneciendo con el paso de los años. Lo que antes era tabú, ya no lo es y por lo mismo, mencionar palabras como masturbación, orgasmo, tríos, orgías, swingers o intercambio de roles ya no causan tanto impacto ni verguenza en las parejas del siglo XXI. En esa búsqueda incansable de nuevas y placenteras experiencias, uno de los descubrimientos más recientes es la aparición de un punto G masculino, el cuál existiría y sería fuente de placeres inimaginables.
Tú como mujer, ¿lo conoces? ¿Sabes dónde está? ¿Has hablado con tu pareja de qué se trata?. Si desconoces de qué va el tema, a continuación te lo explicaremos:
El “punto G” masculino se encuentra al interior del ano del hombre. Si el varón se encuentra boca arriba y con las piernas abiertas, se puede sentir en pared posterior. Al tocarlo, tendría la forma de una pequeña almendra, la que al ser masajeada comenzará a dilatarse. Si la fricción realizada se hace de manera correcta, lo más probable es que el varón sienta un gran deseo, a tal punto de que puede obtener un orgasmo intenso.
Para comenzar, se recomienda utilizar uno o dos dedos, penetrando con suavidad el ano del hombre hasta encontrar una pequeña "almendra", la cual debes frotar lentamente. No es necesario que el movimiento sea rápido ni con tanta fuerza, ya que el sólo hecho de tocar la zona le dará un gran placer al hombre. Esto, debido a la cantidad de terminaciones nerviosas que posee esa área. Si lo haces bien, el comenzará a experimentar una sensación única e inigualable.
En este juego sexual no se debe descartar la utilización de algún lubricante, ya que favorecerá la frotación y penetración. Así evitarás cualquier daño o herida en esta zona. Si todo se hace de manera correcta y con suavidad, no debería haber problemas, sólo placer.
Algo que se debe mencionar es que en un comienzo es muy probable que tu pareja no desee admitir que puede recibir placer en esta zona o que piense que practicar este juego erótico estará comprometiendo su masculinidad. Lo que se debes hacerle entender es que simplemente se trata de otra área erógena y nada más. La inteligencia que apliques en esa conversación será clave para lograr que su pareja acceda a experimentar. Si al fin y al cabo lo que buscas es que entregarle una de las sensaciones más placenteras que tendrá en su vida. Si lo haces bien, lo lograrás. Eso te lo aseguramos.