Lo declaro aquí y ahora. Me cargan los inseguros. Será porque me he topado con varios que trato de evitar a los de esta especie, sobre todo porque les tengo poca paciencia. Me refiero a aquellos machos con poca determinación. Los débiles de carácter que nunca saben nada. Su clásica respuesta es “no sé” o “me da lo mismo”, como esperando siempre la aprobación de quien está al lado. Esos que no son capaces de tomar la sartén por el mango y decir “esto es lo que quiero y aquí voy”. Son típicos hijos de madres sobre protectoras, que se tienen poca fe y no se convencen de sus propias capacidades. Necesitan que alguien esté tirándolos hacia arriba constantemente y, generalmente, esperan eso de una polola/esposa/mejor-amiga. Yo creo que a cualquiera le aburre ese permanente estado de incertidumbre en el que viven, como si fueran una frágil ramita quebradiza. La verdad, verdad, es que para ser justas, esta es una característica molesta en hombres y mujeres. Está bien, a los hombres siempre se les ha pintado como el sexo fuerte, como si no tuvieran derecho a flaquear y, claramente, todos tenemos derecho a no saber “pa’ donde va la micro” a veces. Pero que ésta sea tu actitud para enfrentar la vida ¿siempre?, es otra cosa. No se trata de que el tipo despilfarre personalidad ni que ande de “abacanado” por la vida. Ese sería el otro extremo. Es simplemente que se muestre confiado, que no viva pidiendo disculpas por existir y menos, tu aprobación para cada decisión que toma. ¿O encuentran que exagero? ¿Conocen a algún chiquillo que se ajuste a este perfil? Foto vía impactnottingham.com