Facebook no es la vida

Pamela Rodríguez Aug 8, 2015
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Me declaro adicta a las redes sociales, sin ánimo de rehabilitarme. Sin embargo, mi amor por estas plataformas no me impide ver la realidad y notar que a veces nos confunden mucho más de lo que debieran; tanto así que lo que no se expone en ellas, sencillamente no vale.

Una de mis mejores amigas de infancia espera hoy su primer hijo. Está muy ilusionada. Sin embargo, prefiere no mostrar imágenes de su prominente pancita. Cuestión personal. Vía Facebook, suele intercambiar mensajes amorosos con su hombre y en el último de ellos, recibió el reclamo de sus contactos, dado que daba mucha relevancia el padre y "desatendía" al bebé. Todo, porque no compartía fotos de él. Pff. En lo personal, creo que la lógica de que “mientras más imágenes de mis afectos subo, más los amo y si comparto menos fotos, no me interesan”, no corresponde. Porque aunque Facebook es un importante medio de comunicación con nuestro entorno, no es la vida.

Similar es lo que ocurre en las relaciones de pareja. El vínculo puede ser muy genial, pero si no se especifica en Facebook si es “compromiso” o “relación”, no vale. Ni hablar de quien no tiene una cuenta en esta red. Eso es casi como no existir.

Volviendo a las cuestiones amorosas, los “likes” random pueden desencadenar problemas dantescos en personas celosas, así como también el hecho de no ser reconocidas en el mundo de Zuckerberg. Es más, asuntos como estos pueden llevar a dolorosas rupturas, aún cuando previo a la afrenta, todo en el contacto “piel a piel” marchase sobre ruedas. Como ven, este universo paralelo y frío de la red social ahoga al real, al tener - en la práctica - mayor relevancia. Y bien, ¿es eso normal? En absoluto, pero siendo bien honestas, todas hemos caído en el juego. De hecho, cada día veo en mi timeline edulcoradas declaraciones amorosas entre parejas. Nada asegura que en su realidad “concreta” las cosas vayan así de bien, pero el mundo jura de guata que así es. ¿Por qué? Porque Facebook lo dice.

¿Tanto poder le hemos dado a esta masiva red social? ¿Realmente vale más que un beso desde el corazón, una caminata por el parque o un momento íntimo? Si es así, es porque algo está fallando. Las invito a reflexionar al respecto y usar este medio como lo que es: una herramienta para las comunicaciones y no una proyección virtual de nuestra existencia. Facebook no nos define; no es la vida… ¡no lo tratemos como si lo fuera!