Hoy es un buen día para sonreír

Compartir:

¿Te ha pasado que hay días en que te abrumas pensando en aquello que te falta? Fantaseas con el trabajo ideal, la pareja perfecta, el cuerpo soñado… lo que no tiene nada de malo, salvo por un pequeño detalle: cuando te das cuenta que la realidad es otra, y que no tienes ninguna de esas cosas que tanto deseas, ¡te sientes fatal!

Sé que te pasa, porque a mí me pasa. Me encantaría ganar más dinero, encontrar al hombre de mis sueños y, definitivamente, amaría perder un par de kilos. Mi problema es que me obsesiono tanto con el hecho de “no tener” que olvido agradecer todas las bendiciones presentes en mi vida.

Porque sí, siempre hay algo maravilloso por lo que podemos dar gracias, aunque nos parezca muy diminuto e insignificante. Cuando me doy cuenta que estoy cayendo en el espiral de la negatividad (lo cual sucede, sin mentirte, todos los días), recuerdo que sonreír por las pequeñas cosas es clave para una vida más feliz.

Entonces empiezo a crear una lista mental: gracias por mi cama, tan cómoda y calentita. Gracias por mi gatito, que me hace compañía día a día. Gracias por mis invaluables amigas, que me apoyan en todas mis aventuras. Y porque no puede faltar, ¡gracias a la pizza por existir!.

Cuando te tomas el tiempo de notar todo lo que sí tienes, entonces tu actitud y estado de ánimo cambian automáticamente. Dejas de colocarte en el lugar de la falta y la carencia, para tomar posición en la abundancia y la felicidad. ¡Te aseguro que es algo casi mágico! Y te invito, de todo corazón, a que lo intentes.

Como siempre te digo, sentirte mejor empieza por ti. Si estás esperando que “tal cosa” suceda para ser feliz, será mejor que esperes sentada. Pero si al igual que yo estás aburrida de sentirte mal, y te sientes preparada para disfrutar tu vida aquí y ahora, entonces hoy es un buen día para sonreír.

Y a ti, ¿qué te gustaría agradecer hoy?