El amor, el amor. Algo muy complejo que a muchas de nosotras nos cuesta comprender: el sufrir, reir, llorar, gritar, odiar, amar; todo eso es este gran misterio de nuestro corazón.
Y claro, porque cuando nos interesa alguien en serio, somos capaces de quererlo un día y al otro, odiarlo. Y es que nuestro loco corazón nos puede dictar distintas cosas, pero al final siempre apunta a la misma persona. Y dentro de todo este juego de seducción hay un punto muy importante que se llama ¡libertad!
Creo que el dejar al otro ser tal cual es resulta primordial en una relación, ya que 'ahogar' a nuestra pareja sería ¡lejos! el peor pecado.
Estoy muy de acuerdo con las relaciones libres, ya que de esta forma cada cual puede hacer las cosas tranquilamente, sin exigir nada al otro. Sin embargo, cuando hay cariño de por medio también es importante no ser indiferente o de una forma una semana y a la siguiente, de otra. Si ya hemos decidido tener algo con alguien, sea que llevemos un tiempo con él o que recién lo conozcamos, no podemos comportarnos como si no nos importara.
¿O no, amigas? Porque si estamos con un hombre con el cual hemos salido y compartido en todo sentido, esperamos al menos que siempre nos trate de una forma determinada, no como a una simple amiga con un abrazo y nada más.
Estas son las relaciones libres, sin ataduras ni compromisos, pero con respeto; siempre resguardando de no hacerle daño al otro. Es menester hablar siempre con la verdad y expresar lo que nos pasa, porque nunca sabremos si el otro se está sintiendo mal con algún comportamiento extraño.
Al menos a mí me encanta ser libre; si no estoy segura de tener una relación, no me gusta que me presionen ni me llenen de preguntas. Tampoco soy de pasar pegada al otro o me empiezo a volver loca, jaja, pero al menos espero que la persona con quien tengo 'algo' siempre responda de una manera, no que cambie de un momento a otro.
Pero a veces nuestros exquisitos bombones suelen asustarse, ya que podemos salir con comentarios como que queremos jugarnos por alguien, aunque en ningún momento hayamos dicho '¿quieres pololear conmigo?' o 'quiero algo serio contigo'. Es que los hombres son especiales para pasarse rollos y poco menos pensar que no podemos vivir sin ellos.
¡Y no!, están muy equivocados. Si decimos eso es por el gran cariño que les tenemos o que simplemente nos sentimos bien a su lado, pero ¡nada más! Algunas, como mujeres libres o que nos cuesta engancharnos, jamás vamos a querer iniciar una relación en poco tiempo. Eso se da a medida de que vayamos conociendo muy bien al otro.
¡Libertad ante todo! y dejar las cosas bien claras. Por eso, a esos espíritus libres que andan por ahí con sus bellas damiselas dispuestas al juego: ¡dejen el miedo de lado y conversen las cosas!. No se pasen rollos, como dicen por ahí, mejor preguntar que quedarse con la duda. Y que más lindo que ir conociendo a la otra persona de a poco, en esas conversaciones nocturnas a la luz de las velas, antes de decidir volar juntos.
Y ustedes ¿son de relaciones libres o tradicionales?
Imagen CC _hadock_