La maravilla de tener tu espacio propio

Pamela Rodríguez Jan 19, 2014
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Creo que vivir con tus padres es exquisito.  En lo personal, mi viejita (de crianza) es de aquellas que esperan cuando una llega tarde, con algo calientito para comer o tomar once.  Pregunta, con cariño e interés genuino, cómo estuvo tu día.  ¡Es muy linda! Sin embargo, llega un momento en que la vida – y tu propia naturaleza – exige (con un grito desesperado) tu independencia: tu espacio. Aquel que necesitas para compartir con tu pareja, criar a tus hijos.  Donde predominan tus colores, tus preferencias y cada cosa tiene tu sello.

Me gusta cuando en cada detalle tu hogar habla de ti; de tu personalidad.  ¡Qué bonito es elegir los muebles o la decoración que tendrá!  Los colores que te reconfortan, elementos que son significativos para ti, para tus retoños o la persona que amas.  Creo que una casa, un espacio, es como una hoja en blanco, donde puedes escribir tu propia historia.

Además, qué mejor que establecer tus propios horarios: de salida, de llegada, sin entorpecer las rutinas de otros ni molestar a nadie.  En tu “reino” tú organizas el tiempo, de la manera que mejor te acomode.  Y puedes definir en qué instantes requieres quietud y silencio para revisar tus pendientes o simplemente estar a solas.  Tu orden o desorden son sólo cosa tuya.

Si lo anterior YA es bacán solas, aún mejor es cuando encuentras a la persona perfecta para compartir ese querido proyecto.  Aquella que está dispuesta a seguirte: tu compañero de ruta.  Un partner que aporta a tu vida sus propios colores y detalles, que junto con los tuyos forman una sola historia; un registro visual de lo que ambos son.  Un espacio.  Mucho más que una casa: SU hogar, donde ustedes establecen las reglas.

Sabes que has hallado al compañero perfecto cuando sientes que cuesta despedirse en cada anochecer; que es tu refugio y tu hogar está en el preciso lugar donde se encuentra él.  Que te reconforta, te da paz.  Que cada mañana que pasa quieres recibirla juntos.  Entonces, es cosa de organizarse: ver la forma de generar los recursos para concretar ese anhelo de despertar abrazados cada día y construir en conjunto un escenario para su futuro.  No es un camino fácil: la plata no siempre acompaña, los créditos son difíciles de obtener.  Claro, extrañarás los cariños y regaloneos familiares, pero es un paso MEGA necesario y vale muchísimo la pena intentarlo.  ¡El corazón te lo pide y nada es imposible cuando hay voluntad!  Con ella todo se logra.  Tener un espacio propio es un derecho y necesidad fundamental.  Uno de los mejores y más determinantes avances de nuestra vida.  ¡Y es simplemente exquisito!

Y tú, ¿ya formaste tu propio hogar? ¿cómo ha sido la experiencia?

Imagen CC vía responsabilidadsostenible.com