No es lo mismo maquillarse para el fin de semana, para salir en la noche o para ir a la oficina. En cada ocasión usamos diferentes colores, técnicas y seguimos distintos pasos. Pero, cuál es la mejor forma de lucir nuestra belleza en el trabajo. Aquí te damos algunos tips.
Lo primero que tenemos que tener claro es que es un maquillaje de día, donde nuestro rostro estará expuesto a la luz del sol, por lo tanto, mientras más simpleza mejor. Dejemos de lado las sombras oscuras y tratemos de no usar delineador en exceso. Los tonos nude son lejos la mejor opción.
La idea principal del maquillaje laboral es mejorar el aspecto. Para ello es bueno utilizar un corrector de ojeras, o una base del mismo tono de nuestra piel, con la que regulemos las imperfecciones. No hay que abusar del polvo.
Para destacar el rostro 3 cosas: un rubor en tonos rosados, un brillo o si prefieres un labial de un color más llamativo; y una buena máscara de pestañas.
También hay tener en cuenta que el aire acondicionado durante el verano y la calefacción durante el invierno puede resecar nuestra piel, por lo tanto aplicar una crema hidratante – ojalá con Factor de Protección Solar- resulta ideal para mantener nuestra piel sana y firme por más tiempo. Aplícala unos 10 minutos antes del maquillaje para que logre absorberse por completo.