Por si ser mujer no fuera ya bastante difícil, tenemos que sumar el "factor suegra".
No basta con que en altos cargos los hombrs ganen más por ser hombres, o que se nos juzgue por nuestra taklla o cantidad de vello corporal.
No.
Además de tener que aguantar que todo el mundo nos juzgue sólo por ser mujeres; tenemos que intentar ganarnos a la suegra.
Porque si algo da miedo aunque una no lo quiera, es conocer a la familia de la persona con quien pololeas / andas / sales / tiras (si ya temes cuando tu propia familia se junta, imagínate en este caso)
Y el núcleo de esta parentela, será su madre (salvo en contadas ocasiones).
Siempre he leído consejos sobre cómo hacer que tu suegra te quiera; pero la verdad es que no hay ningún tipo de secreto.
A veces hay química, les gusta cómo eres, sólo esperan que quieras a su hijo y ya.
Otras veces, al cosa no es tan fácil.
A veces, cuando las señoras son muy llevadas a sus ideas, van a tener mil objeciones: no les gustará tu carrera / trabajo, desaprobarán a tus amistades; tendrán problemas con cómo te ves (ropa / tatuajes / piercings), simplemente no te ofrecerán tomar once cuando vayas a su casa a propósito te dirán con otro nombre, posiblemente el de la ex de tu amor.
Pero vamos a las buenas experiencias.
Si le caes bien a tu suegra, ya lo lograste.
Imagínate el poder que significa: si ella te aprueba, ya nadie más puede contradecirla. Con su visto bueno ya eres parte de la familia.
Claro, siempre su hijo/hija vendrá antes que tú (lógico), pero ocuparás un lugar especial para ella de todas formas.
Siempre podrás contar con que te incluirá en las celebraciones familiares, y la once el fin de semana ya sea sábado o domingo estará implícita. Además, jamás se olvidará de tu cumpleaños o de tenerte un regalito para Navidad (tal vez hasta te compre un canastito con huevitos de chocolate para la pascua del conejo)
Sólo hayq ue tener ojos si la relación llega a su fin.
Por muy cercanas que nos hagamos a nuestras suegras, una vez que la cosa se acaba, por respeto tal vez deberíamos cortar comunicación. Sé de amigas que siguen en contacto con sus ex-suegras teniendo parejas nuevas y todo... y ¡no sé cómo lo hacen!
Pero ya lo saben: gánense a la suegra y dominarán el mundo.