Una relación de pareja es siempre - o al menos casi - algo que hace bien y nos ayuda a crecer como personas. Pero el problema está cuando no conoces por completo a quien está a tu lado. Pasa el tiempo y la confianza llega a su máxima, saliendo a la luz rasgos desconocidos e incluso aterradores, que convierten a tu príncipe en un completo desconocido.
Cuando alguien te atrae y es absolutamente encantador contigo, te mima y sabe exactamente cómo complacerte, en muchas ocasiones te dejas llevar por esa pantalla, cegándote. Así es muy difícil ser objetiva.
Todo empieza con que "eres la mujer más hermosa del mundo", llenándote de regalos y atenciones. Él es el alma de la fiesta donde van, casi siempre se rodea de amigos - y en especial, chicas - resultando muy seductor. La gente piensa que eres afortunada , pues él te reitera que eres la mujer de su vida. Te sientes prácticamente "su reina", pues él te da un estatus especial frente al resto de la gente.
Pero no todo es color rosa: llega un punto en que tienen problemas y a la primera discusión él se transforma. Entonces, ya no eres tan fabulosa, no te admira tanto y todos los halagos que recibiste al principio se tornan en insultos cada vez más hirientes. Todo lo que lograste construir, deviene en inseguridad: una aún más terrible que la que tenías cuando todo empezó.
Si la persona con la que estás te está haciendo sentir mal, fea, tonta y que no vales ni el aire que respiras, es muy probable que sea un maltratador psicológico. Un enemigo silencioso y que no deja marcas visibles. Te hace pensar en tus peores miedos y te lleva a sentir que si no estás con él, nadie más querrá estar contigo.
En el libro “Un lugar en la Tierra: viaje desde el maltrato emocional”, la periodista Pepa Valenzuela relata una relación de este tipo. Con un personaje que la maltrataba psicológicamente y cuando al fin pudo darse cuenta, buscó las formas de salir a flote nuevamente y rehacer su vida. ¿Cómo lo hizo? Pues reconstruyendo su autoestima y “regaloneándose”. Empezó su vida desde la nueva persona que era, ya que una relación tormentosa marca un antes y un después.
Si estás pasando por esto, ten en cuenta estos consejos:
1. Es necesario que busques ayuda profesional, ya que salir sola no es fácil. Debes contactar a un psicólogo que trabaje contigo en curar las heridas dejadas por el maltrato. Con su apoyo, te darás cuenta de las cosas que estuvieron mal y revocarás los conflictos que esta experiencia dejó.
2. Termina esa relación lo antes posible. Aunque suene lo más obvio del mundo, hay quienes prefieren continuar, creyendo erróneamente que cambiarán al maltratador o lo ayudarán a “sanar”. No tienen en cuenta que es muy difícil modificar esta conducta, siendo mejor alejarse para no seguir siendo víctimas de una relación altamente destructiva.
3.- Deslígate de todo lo que tenga relación con esta persona. Nada suyo o lo relacionado consigo puede aportar algo bueno a tu vida. Si fuiste víctima, lo mejor es dejar todo de lado y empezar de nuevo.
4.- Debes construir un círculo de apoyo - compuesto por amigos y familiares cercanos - que te contenga cuando todo termine. Un grupo que esté dispuestos a acompañarte ya que estar sola significará vacíos y malos recuerdos.
5.- Mantén tu mente ocupada. Realiza actividades que te saquen del letargo emocional. Si esto es hacer un viaje, escribir un libro, jardinear, salir a hacer deporte o lo que más te guste, hazlo. Todo recurso es válido para que tu mente no empiece a dar vueltas sobre el dolor.
6- Llora si necesitas hacerlo, hasta que todo lo que te duela se haya ido (recuerdos y malos ratos incluídos)
7.- Levántate y anda. Cuando te sientas segura y que has recuperado la confianza en ti, levántate. Reconstrúyete y sigue con tu vida una vez que la tormenta haya pasado. Recuerda que siempre sale el sol y tu vida debe continuar.
8.- Haz lo que quieras, con quien quieras, donde quieras. Deja que tu vida fluya y no te obligues a hacer nada. Deja que tu cuerpo sane por dentro y por fuera, para que tu mente vuelva a estar en paz. La vida no tiene por qué ser siempre una obligación y un sinfín de cosas que NO quieres hacer. Es tu vida y tu eres su dueña absoluta.
Si estás emparejada con un maltratador psicológico, después de terminar y alejarte de esa persona, debes frenar tus emociones y empezar de cero. Comienza por ser más cautelosa con quienes conoces y confías, de manera de no llevarte otras malas sorpresas.
Aceptar el hecho es lo más difícil. Y, si necesitas hacer cosas para olvidar el episodio, hazlas siempre y cuando éstas no te dañen más. Busca ayuda profesional, y lo más importante: renuévate y regalonéate, construyendo tu vida con las personas que te quieren y con las que tú quieres estar. Aún estás a tiempo.
Imagen CC Spiros Mourelatos